Fotografía: Makoto Tamashi


El Colectivo Consultoría Itinerante desarrolla PARES, Proyecto de Acompañamiento a la Reinserción Social a Través del Arte y la Cultura que se ha trabajado en el  Centro de Internamiento y Ejecución de Medidas para Adolescentes (CIEMA), que tiene como objetivo el fortalecer los procesos de reinserción social de jóvenes en conflicto con la ley, que está privados de la libertad, a través del acercamiento al arte y las actividades culturales.  

PARES contempla tres ejes que estructuran la intervención: sociocultural, psicoeducativo y el de proyecto de vida, enlazados por la intervención para el desarrollo de habilidades socioafectivas. «La apuesta es que a través del arte y la cultura se puedan desarrollar la empatía, la solidaridad, el trabajo en equipo, la tolerancia a la frustración, para que a partir de esto, se fortalezca el proceso de reinserción social e incluso la prevención de nuevas conductas de riesgo» de acuerdo con Dante Herrera y Fabiola Luna.

Entre los principales resultados que se tienen a la fecha de la implementación de PARES en el CIEMA, los talleristas han identificado que la autoimagen que los jóvenes con los que se ha colaborado, ha mejorado. Además, se ha percibido que «estos chicos han tenido escaso o nulo acceso a actividades culturales diversas, cuando por el contrario, siempre han estado cercanos a programas de asistencia social y ha vivido expuestos a la violencia toda su vida».

Para Fabiola y Dante, el hecho de que los jóvenes internos en el CIEMA hayan tenido poco o nulo acercamiento a diversas manifestaciones culturales, y que por el contrario, hayan sido partícipes de las medidas paliativas que implican los programas asistencialistas, podrían haber tenido una relación directa con las situaciones de violencia y las conductas que los llevaron a la pérdida de su libertad a tan temprana edad. «Ellos están muy conscientes de que cometieron un error, pero también de que su error no los convierte a ellos».

Ambos consideran que las mismas autoridades del centro de internamiento se han percatado de las mejoras obtenidas en cuanto a la convivencia entre los jóvenes, después del acercamiento a las actividades como talleres de teatro, círculos de lectura y el taller de autorretrato. De este último surge la exposición que presentarán en diferentes foros próximamente. Entre las obras de autorretratos se encuentran las figuras de rostros con rasgos de niños y hombres jóvenes, grafitis y frases en las que abundan los tonos grises, las líneas delgadas que dibujan facciones gruesas, pero también los colores vivos fluorescentes e incluso los atardeceres y naves espaciales; los principales elementos con los que se reconocen los jóvenes participantes en el taller.

Los trabajos se exponen para dar a conocer el trabajo de los jóvenes participantes en el proyecto, a modo de  reconocimiento a su trabajo, «es un aspecto relevante para los jóvenes y para PARES, porque forma parte del que los jóvenes puedan saberse importantes y reconocidos por lo que hacen», de acuerdo con Dante Herrera, gestor cultural y tallerista involucrado desde el inicio del proyecto.

En cuanto al futuro que se planea PARES, se trabaja en una estrategia de intervención para el seguimiento de los jóvenes que han estado internos, así como para la creación de un voluntariado cultural que se incluya dentro de las actividades consideradas como trabajo comunitario: «creemos que la educación es la forma de erradicar las brechas sociales, culturales, de género, económicas, pero tiene que ser en el momento justo; todo lo demás son parches, el sistema penitenciario lo es porque como sociedad no estamos haciendo bien las cosas», señalaron Fabiola y Dante.

A través del Colectivo Consultoría Itinerante, que lleva alrededor de un año funcionando, se dedican a hacer diagnóstico, diseño y evaluación de proyectos socioculturales y fue a través de la Consultoría que conformaron el equipo de profesionales que llevó a cabo el proyecto de PARES en el CIEMA. Entre los ámbitos en los que han incursionado están el ambiental, educativo y de economía cooperativa.

El programa de PARES se derivó de la incursión en el CIEMA con un acercamiento previo a través de la Licenciatura en Desarrollo Humano para la Sustentabilidad. A dos años de haber comenzado la incursión en el CIEMA se ha colaborado con cinco directores y ha logrado sostenerse a pesar del cambio de administraciones.

De entre los primeros talleres que se ofertaron se encuentran el de horticultura, teatro y, actualmente, se cuenta con una sala de lectura permanente. Las piezas que se crearon durante el taller de autorretrato formarán parte de una exposición itinerante, según lo que los miembros integrantes del Colectivo Consultoría Itinerante tienen planeado.

El próximo proyecto es un mural dentro del Centro de Internamiento, a pesar de las complicaciones logísticas y administrativas, ya está por llevarse a cabo. PARES contempla intervenir no solamente con la población de jóvenes interna en el CIEMA, sino también con los que ya han sido liberados después de cumplir las medidas que se les impusieron. Asimismo, se considera en un futuro trabajar con los menores que han cometido algún delito y por su edad no pueden ser juzgados ni internados.

PARES ha sido posible gracias al trabajo colaborativo voluntario; Fabiola Luna, licenciada en Desarrollo Humano para la Sustentabilidad, señaló que «todo es autogestivo, nos dedicamos a buscar los medios. Para el proyecto, se supone que teníamos un financiamiento federal de Atención a Públicos Específicos, del que nos avisaron hace más de un año, pero a la fecha nunca ha llegado».

A pesar de haber resultado seleccionados de entre los proyectos a los que se convocaron y aun así no haber obtenido los recursos prometidos, esto significó una carta de entrada para sostener PARES y sortear los permisos y reglamentos para implementarlo dentro del CIEMA.

La ponencia «Yo Nací Delincuente», que se presentó en el Congreso Latinoamericano de Gestión Cultural, se deriva del análisis que llevaron a cabo sobre los aspectos de marginación que los jóvenes internos han padecido durante toda su vida, y que los condujeron a delinquir y a perder su libertad: «por nacer dónde, cómo y en el contexto en que nacieron, pareciera que estaban destinados a ser delincuentes, pues la misma sociedad los llevó a la privación de la libertad».


Ana Karina Vázquez
akarina.vb@gmail.com
Periodista de la generación del fin del mundo. Hija de la crisis y de la incertidumbre. Tengo muchas pasiones.

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