Fotografía: Laura Santos
Texto: David Álvarez
En el barrio de Santa María Magdalena, casi a un costado de las vías del tren, se llevó a cabo la séptima edición del Rivelino Fest, un evento que nace entre la unidad del barrio con la necesidad de fusionar la mística del fútbol con la música, donde participaron bandas locales y nacionales en una tarde nublada acompañados de cerveza, comida y baile.
Desde 2013, Rivelino Fest ha promovido el ejercicio cultural dentro de Santa María Magdalena, un barrio de alta tradición futbolera y que en esta ocasión realizó dicho festival en los campos de El Recreo, luego de dos años de ausencia derivado de la pandemia, siendo en 2019 la última ocasión en que se organizó.
Entre las bandas invitadas estuvieron La Penúltima, Salón Ska, Hasta el Final, Brown Izkalli, L. D. J., Cuento, Atletas Campesinos, The Arrogants, La Violenta, Papayos Locos y Pollo Holligan en una combinación de ska, reggae, hard core y música alternativa, y que reunieron a decenas de personas entre familias y personas dispuestas a beber y tambalearse al ritmo de la música en el campo de fútbol, en convivencia.
Roberto Rivelino es un exfutbolista brasileño, considerado uno de los mejores jugadores sudamericanos en los años setenta, cuyo nombre dio pauta para los campos de fútbol en Santa María Magdalena, que llevan este apellido por la afición del dueño a este deportista.
Los nuevos organizadores trasladaron el evento para continuarlo en los campos El Recreo, sin embargo, decidieron mantener el nombre Rivelino en honor al dueño, ya que desde el principio apoyó este evento con el préstamo de los campos para las primeras ediciones, por lo que buscarán darle tradición con el paso de los años.
En el sitio, además, se organizaron asados entre quienes juegan fútbol, así como la venta de cerveza, artesanías y ropa entre diversos proyectos independientes, en una fusión de prácticas artísticas que dieron cabida a este espacio, donde el baile se hizo presente al ritmo de la música y la lluvia.
Cabe destacar que este evento se realiza de manera autogestiva, motivo por el que fue gratuito, pero incentivando la compra de bebida y alimentos para recaudar fondos para próximas ediciones en un festival que busca ser una alternativa barrial en el ámbito cultural.
Los eventos artísticos y el deporte se vuelven a reunir, esta ocasión en Santa María Magdalena, en un ejercicio de convivencia que permite enlazar a las personas de los distintos puntos de la ciudad a través de la música, para cerrar un año caótico y en espera de que el próximo mejore. Rueda la pelota, Santa María Magdalena rueda.