Texto: Ana Karina Vázquez
Fotografía: Laura Santos
Por siglos se ha ignorado el pensamiento de la mitad de la humanidad: de las mujeres, hablando en específico. Un grupo multidisciplinario de seis amigos buscó rescatar los preceptos principales de las filósofas más emblemáticas de la historia y de las que no entran en el canon; el resultado ha sido Filósofas a granel, porque son «un chingo de filósofas» compiladas en un proyecto editorial.
«Estábamos hablando de filósofas y yo dije, así, que un montón de filósofas a granel, como te las sirven, no vienen contadas, pero vienen un chingo. Nos dio mucha risa, nos acordamos y nos gustó porque es casual y sencillo», recordó Daniel, que trabaja en la coordinación, administración y las relaciones públicas para promover el trabajo editorial en el que también participa.
Schoenstatt, la jefa editorial, relató que «el nombre nos dio inspiración de cómo presentarnos (…) lo podemos relacionar a este ambiente del mercado, en este esfuerzo de no fresearnos por ser una editorial de filosofía».
Desde la edición buscan que los libros sean accesibles en cuanto a lenguaje, formato y diseño, pues la idea es acercar el pensamiento de las grandes olvidadas al público lector. La idea se extendió a partir de la puesta en marcha del proyecto que recibió el apoyo del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER), de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
El resultado del FOPER fue un libro cuya curaduría, selección, redacción y edición de contenidos se llevó a cabo por quienes ahora integran el proyecto editorial que nació entre charlas y risas bajo la sombra de un pirul del campus Centro Histórico de la UAQ.
El tema central de su trabajo es «investigar sobre la vida y obra de mujeres en la filosofía» y en el camino lo que fuera un proyecto universitario ha crecido a lo largo de un año de trabajo formal como editorial.
«Mientras más investigábamos, más nos dimos cuenta de todos los trabajos que históricamente habían quedado rezagados. Publicamos el catálogo, pero nos quedamos con la espinita de que sí había mucho de dónde (…) el material estaba ahí, nada más era cuestión de ir comprendiendo cómo publicarlo», explicó Cinthya, encargada de la traducción de textos de inglés a español, así como algunos trabajos de español.
Cinthya también ha impartido cursos de cine y literatura de terror; en el equipo también participa Rocío, que hace el contenido para las redes sociales y además imparte cursos y talleres. Toño está en todos los departamentos, pues contribuye a la organización del trabajo y espera que en adelante se pueda desempeñar solo en la corrección de estilo.
Jorge trabaja en la distribución del libro y en el contenido para Facebook, pero aseguró que «nos toca de todo: investigar, leer, recabar todo esto que a veces parece sencillo ya cuando uno da el taller, pero todo lo que viene de fondo también es trabajo».
El acceso mismo al pensamiento de quienes no han sido cobijados por el canon es el primer reto para su proyecto, pues «uno de los objetivos de la editorial es darle difusión a los autores que no están en el canon, que se han quedado en el olvido o rezagados, los queremos traer al diálogo actual y darles difusión, porque muchas veces ni siquiera los podemos conocer».
De acuerdo con Daniel, el mayor reto al abordar el pensamiento de autores que no encajan en el canon de la filosofía ha sido el encontrar en sí mismos los textos, «es costoso, difícil y a veces simplemente no están, no hay posibilidad y ya no podemos continuar».
Las principales fuentes que consultan son bibliotecas de «universidades chonchas, en donde tienen los textos antiguos en PDF», según Schoenstatt, pero a pesar de esto, «las mujeres filósofas de la antigüedad, de Grecia, se perdieron sus textos. Sí hay algunos históricos en donde se asegura que existieron, que sí escribieron, pero ya se perdieron y no están; entonces, lo que más nos podemos acercar».
Parte del crecimiento que proyectan para Filósofas a granel es una nueva publicación, continuar con la promoción del libro que ya tienen y ofrecer de nueva cuenta y en su segunda edición, el curso de Mujeres Filósofas. «Como no vamos a trabajar publicando textos de filósofos vivos, tenemos que buscar formas de financiarnos, por lo que vamos a sacar mercancía bonita para que la tengan en sus casas».
La mayoría de las actividades que han hecho desde que se estrenó la editorial han sido de manera virtual porque se atravesó la pandemia, pero ahora que las actividades presenciales han vuelto, de nuevo harán presentaciones y otras actividades.
