En la plazuela Mariano de las Casas, frente a la Iglesia de Santa Rosa de Viterbo, se llevó cabo la conmemoración del Día del Orgullo Loco, un movimiento que, junto a una serie de eventos como talleres, pláticas, lecturas de poesía y música, tiene la finalidad de reivindicar la diversidad mental en el estado, donde decenas de personas se hicieron presentes para dialogar sobre este tema y los prejuicios, conceptos, historias y trabajos al respecto.
Fue a partir de las cuatro de la tarde, que dieron inicio las actividades de este encuentro, con el taller «Sin locura no hay cordura: dime cómo actuas y te diré quién eres», facilitado por Aide y Karla Paola; asimismo, se contó con el taller de Tlazolteotl a cargo de Óscar Mosco para la impresión con técnicas alternativas de fotografía.
Además, se contó con el taller de grabado por parte de Andrés Huitrón de Gráfica Canera; el taller de máscaras por Daniela Hernández y el de joyería artesanal impartido por Diana Balamku Arte, así como sesiones de yoga facilitadas por Héctor Namkho Yeshe. Entre las charlas y mesas de diálogo se comentó el libro de La Castañeda de Cristina Rivera Garza en Tertulias Feministas y un análisis sobre la reforma a la ley de salud mental en México por parte de Karla Lugo de la Comunidad Terapéutica Rizoma y la abogada Laura Santos.
En la músicas estuvieron presentes la rapera Kenia Kongo y Majo Sáenz de Pizarnikas, quienes al anocheser acompasaron este encuentro para finalmente hacer la reproducción del manifiesta en audio del Orgullo Loco 2022. En ese sentido, este encuentro pretendió situar el sufrimiento mental fuera de la dimensión individual para situarlo en la esfera colectiva, donde se reconocieron las luchas históricas y actuales por los derechos sociales y políticos de sectores minorizados.
Cabe señalar que este día se plantea como una herramienta que inhabilita el uso discriminatorio del término para generar debates sobre ello; conceptos que han presentado múltiples significados a lo largo de la historia y que, particularmente, ha tenido mayor impacto en las mujeres, cuya respuesta inmediata es a partir del conocimiento clínico bajo un proceso de medicalización, el cual se pone en cuestión.
