Fotofrafía: Laura Santos
En Querétaro la discriminación y el racismo ha sido sistemático contra poblaciones indígenas y debe ser reconocido como un problema social a fin de atender los casos de violencia, como los padecidos por el menor afectado en El Salitre; así lo aseguró Haydee Mora Amezcua, investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), especializada en racismo.
Al respecto, la también economista comentó que este tipo de actos han sido minimizados simplemente como bullying escolar, lo cual -dijo- ya es preocupante, ya que por las condiciones en las que se presentó el acto de agresión contra el menor fue por motivos de racismo, al pertenecer a una comunidad indígena otomí.
«Pensamos que la discriminación y racismo se queda en el acto, pero vemos que se conecta a la violencia que se da hoy, donde vemos situaciones tan lamentables. Esto refleja un dolor, una molestia e insistencia de discriminar a una persona por sus rasgos indígenas, por no hablar bien español, que es algo que las comunidades han acarreado», mencionó.
Añadió que esta situación, que no se había visto en Querétaro a tal magnitud, se hila con los acontecimientos pasados, cuando autoridades estatales emplearon el uso de la fuerza pública contra quienes protestaban por el tema de la Ley de regulación del agua, así como el caso de los artesanos retirados de Plaza de Armas en 2021, con quienes no se dialoga ni consulta en las tomas de decisiones.
«Ya son varios los actos que se dan en contra de la población indígena en Querétaro y no hay respuesta de las autoridades; no las vemos. Están invisibles y como sociedad tenemos que hacer mucho para no convertirnos en una ciudad de vergüenza que no respeta los derechos humanos de estas poblaciones, que han sido vulneradas históricamente», manifestó.
Comentó que las autoridades no han sabido trabajar en los temas que competen al racismo y la discriminación en Querétaro, muchas veces por ignorancia y otras por no generar un problema mediático mayor; aunque la realidad, sostuvo, es que a estos grupos no se les respeta ni se les considera incluso en las políticas públicas, por lo que siguen en rezago.
«Ignorar es efectivo para ellos, para decir que no conocen el tema y con eso taparlo como en muchas cosas de lo que se hace en Querétaro. En Querétaro se evita el escándalo e intentan hacer todo por debajo. Hay una falta de conocimiento sobre la igualdad de las personas, pero ellos mismos saben que hay ciudadanos de primer y segundo nivel», refirió.
Agregó que esto se puede vislumbrar en diferentes aspectos como los servicios en colonias populares y barrios en contraposición a los fraccionamientos y residenciales, en los que «automáticamente tenemos una tela en los ojos y no vemos que esto es un acto de racismo, de odio hacia una población, donde se vislumbra el problema de violencia».