Fotografía: Jefte Acosta


La camaradería permea hasta en la música. Prueba fehaciente de ello es la “Rumorosa Blues Band”, ensamble originado en 2010 cuya propuesta musical del género blues continúa activa, estruendosa y muy lejos de resultar disonante. 

Escuchar y prenderse con blues “a la rumorosa” se alcanza en cinco compases: Alfonso, “Poncho” Ortiz, con púa en mano y fundador de la agrupación; Favio Olvera domando el teclado; Jorge Mejía izando las baquetas en la batería; Jorge Cuenca creando riffs del bajo y la voz de “Pek” Santiago borboteando por el micrófono. 

A pesar de que el género del blues se refiere a “demonios azules”, es decir que evoca a los sentimientos de melancolía, tristeza o incluso dolor; la forma estrófica y melodiosa de la Rumorosa Blues Band reside en el rock and blues, el progresivo, en ocasiones hasta el psicodélico, haciendo de la identidad de la banda un ítem musical único y memorable. “Aunque nos paguen o no nos paguen, el viaje catártico está hecho”, afirma Alfonso, “Poncho” Ortiz.

La sola idea de formar una banda de rock emerge desde sus mentes adolescentes: precoces y ambiciosas musicalmente; desde el underground (léase como “morros queriendo e intentando hacer música”) y años más tarde, esa utopía se materializa, se escucha, se sacude. 

La Rumorosa Blues Band es un patrón repetitivo en festivales, conciertos… ávida de aplausos y de presentarse, de hacer show en vivo y estallar de tanta simbiosis con su público. Esa energía que emanan los instrumentos al unísono sobre el escenario es precisa para producir dicha fase de éxtasis. “El blues no es muy estruendoso, pero cuando aparecemos nosotros, la energía, es encendido el ritmo”, explica Favio.

El que se conozcan entre los miembros facilita las audiciones, el acto de impresionar con cuerdas vocales y manos diestras es un mero trámite. Camaradas que crean más camaradas es el secreto de las legendarias agrupaciones (¿será?) en los blues queretanos; así nacen las mejores creaciones desde el estudio de grabación. “Estamos en una posición privilegiada: crear la música propia, transmitirla. Nuestro blues está evolucionando un poco el sonido”, refiere Jorge. 

A pesar de no catalogarse como un género de masas, el blues es el antecesor del rock y por ende, se transforma desde la nota raíz. Con el tiempo, la identidad de la agrupación va permeando en el oído de sus seguidores y los lleva a estar en un eterno vaivén melodioso: pasar del blues tradicional al más alternativo que sus líricas y compases les permitan. 

Las buenas ideas, las discusiones o una simple ocurrencia suele ser la estrofa inicial de una rola de la Rumorosa. El purismo que conlleva ensayar y grabar se profana con las intersecciones mentales de sus integrantes. Repito, la camaradería en todo su esplendor. “Pensar en una sola escena, queda chico para Rumorosa, sin caer en lo peyorativo. La fusión de estilos nos deja estar en un festival de rock, alternativo y blues”, añade Pek.

La constante concurrencia de escuchas en vivo da paso a la creación de cosas más grandes: el Festival Nacional Queretablues, así como presentaciones en el país y a nivel internacional, mismas que a pesar de la pandemia entrada en 2020, no silenciaron, sino todo lo contrario: resultó en todo su apogeo. “Es el pinche silencio y la pinche adrenalina atrapadas”, explican. En sus futuras composiciones está su segundo material discográfico, que busca elevar el ritmo a blues cada vez más alto.

Julia Andrade
julia@gmail.com
Comunicóloga, otaku y escritora en proceso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *