Fotografía: Laura Santos
En la entidad autoridades desconocen que exista la trata de personas con fines de explotación sexual, sin embargo, a nivel nacional se ha detectado que existe una red que opera en diferentes estados de la República en donde se incluye a Querétaro, principalmente de mujeres jóvenes; así lo afirmó la abogada Carmen Consolación González, integrante de la Red de Mujeres Feministas de Querétaro.
«Algunas líderes de las, como se autonombran, trabajadoras sexuales han expresado que sí hay trata de personas; tratantes que tienen el control sobre mujeres y, principalmente, por las mujeres jóvenes y vulnerables que son trasladadas de otros estados empobrecidos, y que las circulan por distintos lugares, entre ellos Querétaro», indicó.
Añadió que si bien entidades como Tlaxcala son el epicentro de la trata de personas en su vertiente de explotación sexual, en Querétaro algunos municipios han reportado dichas prácticas como en los municipios de Pedro Escobedo y Corregidora, que aunque se han buscado atender, no existen políticas públicas efectivas al respecto.
«Actualmente no contamos con un estudio específico que nos den datos certeros sobre qué tan grande es el comercio de la prostitución, que se concentra en grandes urbes y periferias. Hubo un tiempo que fue en Pedro Escobedo y Corregidora como el traspatio de la ciudad de Querétaro y uno de los problemas es que no hay políticas públicas», dijo.
Mencionó que al no haber datos los diagnósticos empleados para el análisis de la prostitución se limita a otros organismos nacionales u organizaciones civiles que llevan casos del tema, aunque reconoció que desde el ámbito feminista, en Querétaro, poco se ha abordado por falta de recursos económicos.
«Pocas organizaciones de corte feminista o defensoras de Derechos Humanos se han ocupado por la complejidad de la mayoría de las organizaciones, que con autogestivas, que no cuentan con los recursos para ello, pero hemos tenido interlocución con las líderes de estos grupos que nos han expuesto las problemáticas que enfrentan», sostuvo.
Señaló que para algunas activistas, como ella, se han generado planteamientos donde han determinado que la prostitución no es un trabajo, «porque va en contra de la dignidad humana de las personas», principalmente por la mercantilización del cuerpo que recae en las mujeres y que fomenta la trata de personas.
«Hay quienes apostamos a que se camine sin una política punitiva hacia ellas, pero sí buscamos la abolición de esta práctica, pero sí se requiere también una reprobación social en contra de los hombres que compran los cuerpos de las mujeres. Esto se tiene que erradicar, porque no tienen ningún derecho a comprar el cuerpo de las mujeres», concluyó.