Fotografía: Enrique Páez


En Querétaro se han identificado descargas de desechos producto de la actividad agropecuaria, de rastros, plantas industriales y de tipo urbano en los ríos, ocasionando una grave contaminación que se arrastra expandiéndose por la ciudad y el campo, situación que puede generar una afectación a la salud pública.

Así lo dio a conocer Karla Olvera, bióloga e integrante del proyecto de investigación Bajo Tierra Museo del Agua, quien añadió que hay una creciente contaminación en los ríos Querétaro, El Pueblito y Jurica, quel puede provocar infecciones de tipo ocular, respiratorias y de la piel, entre otras problemáticas.

«Este tipo de calidad de agua permite que haya proliferación de mosquitos, que son vectores, y aunque en Querétaro hay casos esporádicos de dengue si le sumas el cambio climático, el aumento de temperatura, hace que cierta especie de mosquito que antes con el frío no se podían establecer en Querétaro, esta va cambiando su distribución».

Señaló que dentro de las investigaciones que ha realizado Bajo Tierra Museo del Agua se encuentran algunos registros producto del monitoreo ciudadano de descargas de aguas contaminadas detectadas en los ríos y arroyos de la ciudad, donde muchas personas han denunciado malestares físicos, en zonas como Hércules o Santa María Magdalena.

«Puede haber infecciones oculares, respiratorias, de la piel en caso de que haya contacto con el agua, y en caso de que se llegue a beber, infecciones gastrointestinales. En Hércules, por ejemplo, hay personas que han tenido infecciones, entonces hay puntos en la ciudad donde las personas cuentan lo que les ha pasado».

Detalló que dentro de las investigaciones realizadas en zonas como Huimilpan, donde se concentra la presa de El Batán, el olor a drenaje es penetrante debido a la contaminación rural y urbana, donde hay diversa cantidad de materia orgánica de drenajes, desechos y rastros.

Asimismo, explicó que tanto en el río Querétaro, de El Pueblito y de Jurica, en sus recorridos son usados como lugar de desechos donde se han reportado descargas ilegales, que al seguir el cauce del río pasa por diversas áreas de la zona metropolitana con un nivel importante de contaminación. 

«El agua va negra, con grumos, la calidad es baja; hay contaminación de coliformes fecales, sólidos disueltos, concentración de materia orgánica, de productos y toda esa contaminación se arrastra hasta la parte donde se conectan los ríos (…) Es preocupante porque desde las zonas altas de los ríos hay estos problemas».

Desde hace años, la contaminación del río Querétaro y su rescate es un tema que ha llamado la atención de investigadores, asociaciones, patronatos y autoridades, quienes en el afán de limpiarlo han anunciado proyectos y medidas que hasta el momento no han dado resultado. 

Karla Olvera mencionó que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ha entablado diálogos con los gobiernos de El Marqués, San Juan del Río y Querétaro para el saneamiento del Río El Pueblito, así como otras propuestas como el Tec de Monterrey para una modificación arquitectónica, entre las propuestas para resarcir los daños.

Ante esto, comentó que se debe pensar no solo en el río, sino en las condiciones ecológicos, reforestando las riveras de los ríos, disminuir la rectificación para que exista una diversidad de hábitats para que regresen peces anfibios, plantas, comunidades microbióticas, entre otras, a fin de procurar el vital líquido.

«El mejoramiento de la salud del río tiene que ver con la parte social. Muchas personas tiran basura al río. Esta cuestión de dejar de ver al río como el caño, sino que es un ser vivo, y nosotros como seres humanos dependemos de la calidad del río. Y no solo la basura, sino las prácticas asociadas que hubo en el río, como recuperar la memoria que conocieron y se relacionaban alrededor de él».

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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