Fotografía: Laura Santos


El rap es una rama de la cultura Hip hop que en Querétaro ha tenido su sitio a lo largo del tiempo. Una escena que se ha forjado desde abajo, con decenas de raperos y raperas, así como DJ´s y beatmakers, que han elevado el trabajo musical a niveles nacionales, encontrando su propia dinámica en eventos, shows y variedad de expresiones y vínculos que han edificado al género. 

Leack Gyal forma parte de la historia del rap local, como otros tantos, quien empezó al escuchar este ritmo y las ganas de intentar replicarlo en una rima o improvisación. El boom bap como ese patrón rítmico y base de la expresión que se da al tomar una pluma y un papel para decir lo que se tenga que decir, y con ello pasar de la música a la letra, que entremezcladas se convierten en algo más.

Originaria de León, Guanajuato, los 13 años que lleva en Querétaro fueron parte de un proceso de construcción artística. Dedicada a la pintura, el rap lo escuchó por su hermano; un ritmo que la atrajo hasta ella formar su propio repertorio de la voz de Kinto Sol, SFDK, Akwid, ZPU, Alika, Akil Ammar, en un periodo donde se detonó el auge del rap español y mexicano, Alika argentina, que se coló entre el gusto de jóvenes del barrio que sentían y vivían aquello que se decía.

«Antes pintaba, pero siempre fue el rap lo que me llamó. Rapeaba más que pintar. El AKA salió de una improvisación, estaba en secundaria. Fue al interior de una casa, era un 13 interior 4; fue improvisar leyendo los números y salió Leack y de ahí se quedó», cuenta. «Hubo un momento de la secundaria donde conocí a banda que rapeaba y me jalaron a un ensayo y de ahí me gustó. Yo dije «de aquí soy» y desde entonces sigo en esto».

Luego de ese primer intento decidió emprender esta faceta en su vida y los eventos comenzaron a surgir, «y me gustó tanto la sensación de poder expresarme frente a la gente. Fue la emoción de estar ahí rapeando con la gente, conociendo más raperos, y pensé que aquí tenía que aplicarme, mejorar en el ámbito». 

Entre estos raperos conoció a Efecto en Masa, quienes la invitaron a grabar y le enseñaron a perfeccionar sus letras, ayudándole a mejorar sus canciones en la técnica de rapeo, de escritura, de grabaciones, lo que dio un impulso a su proceso creativo y con ello desenvolverse de mejor manera en un escenario.

«Me ayudaron para escribir mejor y para mejorar mis canciones. Como se tiene equipo o acompañantes no se volvía difícil estar en un escenario, porque veías al de al lado. Después de que estuve en Efecto en Masa fui a Hip Hop Callejero y me acompañaban en mis rolas, y quieras o no estar con gente contigo apoyándote en el mismo lugar es un apoyo grande. No es el mismo nervio».

Sin embargo, la familia es un factor importante, sea en el apoyo o en que simplemente comprendan que rapear también es una forma de hacer las cosas, llevar dinero a la mesa y un sueño que, aunque complicado, no es imposible, siempre y cuando haya disciplina y pasión por lo que se hace, algo que Leack aprendió al respecto durante este periodo.

«Siempre hay críticas tanto de familiares como de personas ajenas, pero yo creo que mi mamá no sé si ya lo aprobó o se resignó… y le echo ganas; me gusta el rap y trato de sacarle provecho, que no esto no es por la fama, pero lo ocupo para mi terapia y para charolear en los camiones… y mi mamá que sabe que le echo ganas para sacar el dinero».

Seis años lleva en ello, subiéndose a los camiones a rapear. Durante algún tiempo trabajó en un call center donde ganaba apenas lo suficiente y decidió renunciar para la charoleada, donde su madre nunca se enteró, al menos en un principio, de esta decisión, «pero empecé y me gustó, vi que se puede generar lo que quieras; algunos días más rápido o más lento». 

Leack dejó de rapear durante tres años por asuntos personales, el nacimiento de su hija, y prosiguió. Regresó a la escena musical, aunque ya con una postura política clara, en eventos feministas, con temas de protesta, donde ha sido invitada a sitios con esta postura, donde se le da voz y espacio a las mujeres que, como ella, utilizan para expresar un sentir, o muchos. Actualmente forma parte de Ovarios Crew, que, como se describe así mismo, es un grupo de chicas con talentos dentro de la cultura Hip hop. «El rap es mi terapia», sostuvo.

«Creció mucho la escena de rap en Querétaro. Salieron raperos muy buenos, freestylers; chicas dándole y que se están aventando la misión, algunas que anteriormente no sonaban tanto y de repente dieron el madrazo. Hay una escena unida, los problemas personales son en casa, y en los eventos uno trata de estar presente».

De enero de este año a la fecha, Leack ha retomado las grabaciones de manera más profesional, implicada en lo que desea para su trabajo y para sí misma, donde su propio proyecto ha sobrepasado los límites del rap para hacer artesanía, baile, dreadlocks, algo que la hace ser ella y de lo que se jacta sin reparo, orgullosa de sí misma y el proceso hasta donde está. 

Y no es que anteriormente no se lo tomara en serio, pero ahora en sus andanzas hay mayor madurez, objetivos cada vez más claros y posibles, de la mano de proyectos y personas que la acompañan. «Trataré de que con mis amigos sigamos subiendo, que todos los que trabajen conmigo vayamos arriba. A lo mejor no vivir de esto, pero seguir sintiéndome viva con esto. Es amor por lo que hago».

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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