Fotografía: Laura Santos


Cine Sin Reflextores inició en 2011 de manera activa, aunque bajo el nombre de Grupo Interdisciplinario de Análisis Social y Cinematográfico, a decir de «Bachas», sociólogo, miembro fundador y sobreviviente de este proyecto de intervención social a través del arte audiovisual, que dio su primer paso al realizar el documental «Paz y Trabajo, una mirada a las raíces del sindicalismo obrero en Querétaro».

En 2008, un grupo de jóvenes universitarios se involucró con el sindicato Paz y Trabajo, en la entonces llamada Casa del Obrero Queretano, luego de la separación que este sindicato independiente tuvo con la Federación de Trabajadores del Estado de Querétaro (FTEQ), donde decidieron implicarse para la recuperación de la memoria histórica de esta lucha obrera.

El proyecto permitió a nivel nacional que este movimiento sindical, de una industria textil localizada en el barrio de San Francisquito de nombre «Lanas Merino» tuviera mayor repercusión, principalmente por su variable como sindicato independiente, una figura que aún prevalece ante la desaparición de básicamente la mayoría de estos en el territorio mexicano. 

«Nosotros llegamos ahí porque en 2008 nos involucramos en el proceso de la huelga del sindicato Paz y Trabajo, que son los dueños de la Casa del Obrero Queretano, y nos acercamos como estudiantes de sociología, pues había mucha banda creyendo que la huelga había concluído y nos damos cuenta que esta continúa, que llevaba muchos años vigente, pero había desconocimiento del tema».

Con el tiempo ese primer acercamiento se convirtió en un lazo con el que continuaría su labor. Ya no solo en la producción cinematográfica, sino en una propuesta que incluyera el juntarse, ver películas y al finalizar hablar sobre ello; discutir acerca de ciertos temas base. Cada ciclo de cine implicaba un tópico a abordar, los miércoles y jueves en esta casa sindical. 

Este proyecto continuó ininterrumpidamente hasta el año 2020, por la pandemia de Covid-19 y hasta octubre de 2022 es que regresaron. Las cosas cambiaron, eso sí, pues ya no lo harían en la Casa del Obrero, cuyo nombre cambió a la Casa Obrera de Querétaro, sino ahora en la pulquería El Borrego, un sitio en el que se abrió la oportunidad y a la espera de que esto prosiga. 

Y es que, de acuerdo a «Bachas», han buscado alejarse de los grandes festivales por un proyecto más directo, autogestivo, de barrio, fuera de esos círculos viciosos, no obstante, pese a su distanciamiento, tampoco cierran las puertas a otros proyectos, como el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México; el único con el que se relacionan.

Sin embargo, aunque enfocados en esta área de ciclos de cine, no han dejado de lado la producción. En estos años realizaron el documental «Manos Vivas», donde se narra la forma de vida y resistencia de artesanos de la ciudad de Querétaro. También la creación del documental «Jardín queretano de los artistas», acerca de la historia de también artesanos, pero de la tercera edad.

La última colaboración fue una obra en stop motion llamada «Contaminación humana» que participó en el Primer Festival de Cine Anarquista, en la Ciudad de México, donde generaron vínculos con otras organizaciones.

«Nos pasó que este corto de plastilina viajó a Barcelona, en España y Alemania, que fue algo que hicimos jugando. Es decir, es importante el trabajo, pero era como volver a ser niños. Es como en el futbol, cuando se deja de lado la parte divertida y te metes a la mafia del deporte. Con eso yo reitero que los grandes festivales de cine son mafias, donde lo que menos les interesa es promover el cine. Nosotros escapamos con esto». 

Pero estas labores tampoco son las únicas, pues incluso se ha metido mano de otras formas de expresión como el formato editorial, en el campo literario o de escritura como en el caso de la colonia Vista Alegre Maxei: «yo he recuperado desde el registro el proceso de esta colonia. Sacamos un libro de las memorias del barrio». 

«Me interesa la recuperación, a través de lo audiovisual, de la memoria histórica de muchos procesos», afirma «Bachas», quien encontró en esto una manera de socializar dichas memorias. Su trabajo sobre «Paz y Trabajo» fue la primera forma de titulación bajo este formato en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS); un proyecto final que no estaría empolvado en las repisas de la supuesta Máxima Casa de Estudios.

«Cuando me doy cuenta de que una banda necesitaba el apoyo y que no sería a través de un texto, porque ya habían sacado reportajes y escritos sobre el tema de Paz y Trabajo, pero esto era una refrescada para visibilizar lo que ocurría en el corazón de San Francisquito, sin saber que esto sería un medio interesante, donde servimos como un puente de apoyo y el audiovisual permitió esta posibilidad».

«Bachas» cuenta con material de grabación que aún no ha logrado producir. Sobre el ska en Querétaro, el punk local, cuando se incendiaron los locales del mercado de El Tepe, así como la idea de crear una videoteca en la ciudad. Cine Sin Reflectores es un proyecto independiente y necesario en esta pequeña gran urbe, en el que el cine es otra manera de contarse así misma, aunque principalmente a esas otras historias que ahí están, existen, y con cámara en mano buscan darle su peso en eso que llaman memoria colectiva.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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