Fotografía: Laura Santos


Jumko Ogata Aguilar es sin duda una voz contemporánea relevante en la reivindicación de la historia negra y de la lucha antirracista en México. Es originaria de la capital del estado de Veracruz, Xalapa, “pero mis papás son del extremo norte y sur del estado, entonces, por eso soy sólo veracruzana”, me advierte divertida.

Es escritora, divulgadora de antirracismo, tallerista, conductora desde el 2021 de un programa en el Instituto Mexicano de la Radio titulado “Yo soy negra: cuestionando la tercera raíz”. Cursó la licenciatura en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México. En la actualidad se ha abocado a la escritura de ciencia ficción, ensayo y crítica de cine. Sus textos han sido publicados por la Revista de la Universidad de México, el British Council de México; es columnista para la revista digital COOLHUNTERMX, y formó parte de la antología Tsunami 2, publicada por la editorial Sexto Piso, en 2020; escribió el prólogo de la traducción al español de la obra Cómo ser antirracista, de Ibram X. Kendi, publicado por la UNAM. Su obra más reciente es Mi pelo chino, un libro infantil bilingüe (español-mixteco) publicado por Almadía.

Jumko se reconoce como una mujer afro y asiáticodescendiente, lo cual la condujo a cuestionarse desde muy temprana edad las dinámicas sociales en torno a la racialidad y la existencia de la negritud. “Como mujer negra vivir en México es complejo porque en Veracruz hay muchísima gente negra. Cuando yo era niña no era algo que me distinguiera fundamentalmente del resto de mi familia o de mi contexto ya que había muchas personas como yo a mi alrededor, incluso, en la familia escuchaba expresiones, nunca falta la tía que te llama: “¡Ay, mi negra!”. Pero ya después que me fui a estudiar a Ciudad de México recibí muchos comentarios: ¿tú de dónde eres? ¿Eres colombiana?, o que si mi papá era cubano. Al principio no entiendes de dónde vienen, posteriormente reflexionas ¡ah, claro!, porque me ven negra debo ser de otro país. Este recordatorio constante de que no perteneces es parte de ese racismo que te dice que tú, negro, negra, no puedes ser de aquí”.

Esas experiencias se manifestaron en los inicios de su escritura que, relata, ocurrió de una manera muy orgánica, puesto que desde niña le gustaba mucho escribir. “Sentía bonito la sensación física de la escritura y ya de más grande, de adolescente y como adulto joven, era una manera de procesar mis sentimientos, lo que yo estaba pensando. Se me ocurrió empezar a escribir cuentos basados en mi familia, pero también en ser una persona negra y asiáticodescendiente. Mi papá, por ejemplo, es un hombre negro y es académico. En el mundo de la academia ser un hombre negro es un fuera de lugar; asumían cosas como tú debes ser el trabajador, el que limpia, no puedes ser un profesor, mucho menos un investigador. De esta forma mi contexto familiar me ayudó mucho a ser peleonera, ser argüendera y de ahí pensar que tal vez algo que yo diga puede ayudar a más personas”.

Por otra parte, la labor de divulgación antirracista, así como sus cuestionamientos a figuras públicas, autoridades y producciones literarias y de cine le generaron visibilidad en redes social y dieron pauta a que muchas personas comenzaran a seguirla en estas plataformas. “Mi interés empezó porque cuando estaba estudiando me di cuenta de que había un montón de dinámicas como que se visibilizaba sólo algunos tipos de escritura, algunos tipos de teoría y, además, había muchas experiencias tanto mías como de mi familia que nunca estudiábamos. Ahí fue donde me clavé a leer más y, eventualmente, las cosas que yo aprendí comencé a compartirlas por medio de redes sociales”.

@latinamericanah, como aparece en su perfil de Twitter, supo adaptar el espacio de un Tweet, 140 caracteres, para sociabilizar sus reflexiones y postura política, por lo que esta red social se convirtió en clave para la divulgación digital sobre antirracismo que realiza. “Yo sé que mucha gente me empezó a ubicar por hilos en Twitter que yo hacía sobre algún tema o algunos análisis de películas o de literatura y, al mismo tiempo, por cuestionar a personas con poder sobre cosas racistas que decían en las redes. Casi que muchas personas me empezaron a conocer por ‘pelearme’. Más adelante, conforme fui haciendo estás cosas de divulgación en redes se convirtieron en ensayos, un tweet es un microensayo, así que empecé a nutrir más esta parte de los ensayos. Y de ahí surgieron posibilidades de publicación y la oportunidad de poderme dedicar a esto. Hoy día no vivo exclusivamente de la escritura porque es complicado, pero sí es una parte importante de mi trabajo que quiero seguir desarrollando”.

Al reflexionar sobre su labor de difusión en las plataformas digitales Jumko señala que, con el tiempo descubrió que son dinámicas sumamente desgastantes que le han llevado a replantearse el cómo instrumentalizar estos espacios que son una herramienta vigente para alcanzar grandes audiencias. “Es hacer coraje constantemente y las personas que nos dedicamos a esto debemos aprender a gestionar nuestras emociones, sino te va a salir una úlcera, te va a dar gastritis y no lo vale. No lo vale no porque el tema no lo merezca, sino que no tenemos porqué dejar nuestra salud ahí. Como dice Audry Lourde, el autocuidado es una parte fundamental de los activismos. He encontrado cómo curar mis espacios para que sí sean de compartir información y ser crítica, pero a partir de la construcción. Me importa mucho sí criticar, pero también construir algo para nutrir a la banda, que no esté todo basado en emociones dolorosas, sino también en cuestiones esperanzadoras”.

Jumko Ogata Aguilar representa y encarna la importancia de los activismos y la compartición del conocimiento para incidir en la discusión pública, señalar tópicos exceptuados históricamente como la negritud y el racismo. Su trabajo plantea y propicia la reducción de la desinformación y discriminación sobre la población negra en México. “Creo que es muy importante que existan espacios gestionados por gente negra, con una perspectiva antirracista, a favor de los derechos humanos. Pensar en que no basta que hablen sobre nosotres, sino que nosotres hablemos sobre nosotres. Como que ya es necesario superar este cliché de hablar sobre los que no tienen voz. Siempre hemos tenido voz, sólo que nos han callado”.

Laura Santos
lausantos012@gmail.com
Afromexicana, abogada feminista, docente, integrante del Colectivo de Litigio Estrátegico e Investigación en Derechos Humanos, A. C.

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