Fotografía: David Álvarez


Las salas de la Fundación Carol Rolland, en el Centro Histórico de la ciudad albergarán, hasta el próximo 25 de mayo, las obras de la artista visual Alix Yolitzin. El conjunto de pinturas, video testimonial, fotografías intervenidas con bordados y otras técnicas reivindican la postura política de defender al cuerpo como el territorio de las batallas de vida de las mujeres representadas.

La muestra es la continuación de la primera parte del trabajo de Alix, en el que, en pinturas en gran formato, representó a las mujeres que le brindaron sus testimonios de discriminación, racismo, violencia económica e historias de migración.

A la inauguración acudió el presidente de la fundación, Xavier Llamas Rosette, que reconoció la trayectoria de Alix, “cada vez menos incipiente”, puesto que también fue becaria del centro cultural que alberga las actividades de la fundación.

En la muestra se incluyen los testimonios de algunas de las mujeres que participaron para ser representadas y cuyas experiencias contribuyeron a la construcción de las piezas de pintura, fotografía, bordado y grabado que se exhiben en los muros. De acuerdo con la artista, su obra es una declaración política con dedicatoria a todas las mujeres que han vivido violencia en principio, por su color de piel.

“Es para mí, es para todas las artistas que creamos desde la necedad, porque vivimos en América Latina. Para quienes nacimos con todo en contra, para quienes, desde el bordado, la pintura, el grabado, la foto, seguimos resistiendo porque el arte es nuestra forma de decir la verdad”.

El dolor no ha nublado la creación y el caso de Alix Yolitzin no es la excepción, puesto que la fuerza movilizadora de lo vivido no solo por ella, sino por cientos de mujeres en México, se ha convertido en arte.

“Esta obra es para quienes, a pesar del dolor, seguimos surcando desde la memoria para construir y observarnos a nosotras mismas desde la dignidad y el amor”.

Luis Beltrán, director de la Escuela Activa de Fotografía, hizo énfasis en la necesidad de defender “el único territorio que realmente es nuestro, el cuerpo”, en especial en el caso de las mujeres, en un contexto de desigualdad y violencia que termina por verse reflejado e incluso llegar a materializarse en la propia piel de las mujeres mexicanas.

La sensibilidad de Alix no opaca el valor y la firmeza con la que plasma los relatos, tristemente cotidianos, pero dignamente asumidos a través de su obra. El arte en su versión más política, responsable, contestataria pero sensible y amorosa se refleja en cada pincelada, en cada punto de bordado, en la ligereza de los lápices que cuentan los testimonios y en las puntadas de los bordados que delinean y perforan a la vez las fotografías.

La exposición podrá visitarse hasta el próximo 25 de mayo, en las instalaciones de la Fundación Carol Rolland, ubicadas en Ocampo Norte N° 13, Centro Histórico de Querétaro, en un horario de lunes a viernes de 11:00 a 17:00 y los sábados de 10:00 a 14:00, con entrada libre.

Ana Karina Vázquez
akarina.vb@gmail.com
Periodista de la generación del fin del mundo. Hija de la crisis y de la incertidumbre. Tengo muchas pasiones.

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