Texto: Michelle Rojo

Fotografía: Ana Karina Vázquez


Luego de 20 años de altas y bajas, al fin mi papá pudo costear el Mustang 1965 con el que tanto soñó; en contra de los deseos de mi madre y míos ya que era un auto muy veloz. Desde entonces, siempre tuve miedo de recibir esa llamada diciendo que había tenido un accidente automovilístico.

Aquel día mi amiga me pidió que fuera a su casa, ya que su novio había terminado con ella. Le pedí a mi papá que me llevara, y a pesar de ser su día de descanso, él agotado accedió. Eran las 5 de la tarde en un día lluvioso, pero a mi papá nada le detenía usar su auto nuevo. Llegué a casa de mi amiga, donde lloró más de 2 horas seguidas. Le pedí a papá que me avisara cuando volviera a casa, sin embargo, dieron las 10 de la noche y seguía sin recibir ninguna noticia de su parte. Luego de más de siete llamadas perdidas a mi papá, me entra una llamada de mi madre, quien, alterada, entre gritos y lamentos, me dice que encontraron un Mustang a 20 metros de la carretera. Yo sabía que ese coche no era buena idea, temía que en cualquier momento esa llamada iba a llegar.

Dos días después del accidente, las investigaciones de la policía apuntaron que no iba a más de 50 km/hr. No fue la lluvia, no fue la velocidad, fue un malfuncionamiento del marcapasos que tenía en su corazón.

La Real Academia Española (RAE) define un marcapasos como un pequeño aparato electrónico que estimula el corazón para mantener el ritmo cardíaco. Cuentan con un reducido peso de 1oz y su tamaño es similar al de una esfera de reloj de pulsera grande, a pesar de que incluyen una computadora con memoria y circuitos eléctricos, una batería potente (generador) y cables especiales conocidos como «conductores». El generador emite impulsos eléctricos que son transmitidos a través de los conductores hasta el músculo cardíaco, indicándole que debe contraerse, según lo indica la información de la Heart Rhythm Society sobre el dispositivo.

La implantación de un marcapasos no requiere una cirugía a corazón abierto y el procedimiento suele durar solo un par de horas. El generador del marcapasos se inserta debajo de la piel, bajo la clavícula, mientras que los conductores se suelen

insertar en una vena cerca de la clavícula y se guían hacia el corazón con la ayuda de una máquina de rayos X, de acuerdo con la Guía del paciente portador de marcapasos. Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad. Gobierno de España.

Mi papá llevaba seis años con ese marcapasos, los chequeos de rutina debían ser su prioridad, sin embargo, prefirió asistir a una exhibición de autos clásicos y a ese viaje a la playa. La batería del generador no espera por nadie, y así como pudo durar 10 o 5 años, duró tan solo 6. Si el hubiera fuera realidad, mi papá estaría conmigo y su generador tendría batería, pero la vida no siempre es como uno quisiera.

Redacción
proyectosaltapatras@gmail.com

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