Fotografía: César Gómez
En un acto de solidaridad con el pueblo palestino y en conmemoración de la Nakba («catástrofe» en árabe), estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) acamparon en la explanada Jacinta Francisco Marcial (rectoría) para que las autoridades universitarias hicieran público su posicionamiento y el estado mexicano se comprometiera con la causa humanitaria.
Alumnos de antropología, sociología, criminología, artes, derecho, psicología, lenguas y letras, al igual que integrantes de colectivas y civiles queretanos, se pronunciaron como respuesta al genocidio de Gaza y Rafah, así como en apoyo al movimiento estudiantil por el derecho a la libre expresión y manifestación, y en defensa del espacio universitario como un lugar de construcción del conocimiento que ha sido violentado por las fuerzas públicas.
«Para nosotres es muy importante como estudiantes poder alzar la voz y no dejar de hablar del genocidio que está pasando y que está atravesando de cierta forma muchas vidas y que también nos impacta», denunció Aylin Ramírez, alumna de criminología y miembro de la Comunidad Universitaria por la Liberación Palestina.
Además de instalar el campamento, los protestantes llevaron a cabo diversas actividades, como la elaboración de carteles, un taller de stencil (estilo de estampado), una cena colectiva y un open mic para discutir sobre la Nakba, que conmemora el desplazamiento forzado de más de 850 mil palestinos de sus hogares el 15 de mayo de 1948, y la situación actual en la Franja de Gaza.
En su posicionamiento, la comunidad estudiantil exigió:
- Cese al fuego, alto al genocidio y fin de la ocupación sionista.
- Ruptura de las relaciones diplomáticas entre México e Israel.
- Exhortar a la Universidad Autónoma de Querétaro a hacer público su posicionamiento
- Rechazar la solidaridad sesgada hacia Israel por parte del gobierno del Estado de Querétaro.
- Cese de la capacitación de las fuerzas armadas mexicanas por parte del gobierno de Israel.
- Alto a la represión y violencia en contra de Ixs estudiantes que se manifiestan ante el genocidio.
- Boicot generalizado hacia empresas que sostienen el genocidio.
«Como estudiantes tenemos este conocimiento y este gran privilegio de poder acceder de cierta forma al conocimiento y poder compartirlo con más gente. […] Nos dicen que los jóvenes, las juventudes, somos el futuro, pero no, en realidad somos el presente y justo tratamos de construir realidades diferentes a las que nos han vendido como posibles y justamente de esas realidades es que hoy estamos aquí y que lo logramos construir», sostuvo Ramírez.
Respecto al genocidio en territorio palestino, los manifestantes calificaron el posicionamiento del estado mexicano como “ambigüo” pues no ha definido una postura clara ante el conflicto.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, el día 15 de mayo, felicitó al Estado de Israel por su “aniversario de Independencia”, «pero independencia de qué o creación de qué, ¿de un estado impuesto por encima de un territorio que ya estaba poblado ancestralmente, históricamente, por el pueblo palestino?», cuestionó Fernando Guzmán González, integrante de la Comunidad Universitaria por la Liberación Palestina y alumno de sociología.
Guzmán señaló que el fenómeno que ocurre en la Franja de Gaza no es exclusivo de este territorio. «La situación de Palestina no es una situación aislada, tiene que ver con un proyecto colonial. Este proyecto colonial tiene eco y tiene réplica también en territorio mexicano, en territorio latinoamericano y en todos los países que denominaron en algún momento como los países de la periferia».
Afirmó que este proceso no se limita a los ataques con bombardeos, sino que también se manifiesta en el despojo territorial, la marginación, la restricción de la ayuda humanitaria y la escasez de recursos básicos como alimentos y atención médica.«El genocidio tiene muchas dimensiones y el poder entenderlas y poder generar acciones simbólicas que puedan hacer eco y frenar, eso es bastante significativo».
En el ámbito internacional, se reportaron acciones similares de solidaridad estudiantil con Palestina, de las cuales algunas fueron reprimidas por parte de las autoridades mediante el empleo de fuerzas policiales y detenciones masivas. En México, la comunidad universitaria de la UNAM fue pionera en realizar una protesta de esta índole, por lo que la acampada en la explanada de la Máxima Casa de Estudios Queretana representó un acto de réplica para visibilizar la problemática del genocidio palestino y como llamada a la conciencia ante la vulnerabilidad de los pueblos marginados.