Fotografía: César Gómez


En Querétaro, la Gira de Documentales Ambulante 2024 trajo consigo una proyección especial de «La guardia blanca», obra del cineasta Julien Elie. En este evento, Elie compartió con el público los entresijos de su obra y las experiencias que lo llevaron a explorar las complejidades del despojo de tierras en México.

Hace cinco años, Julien Elie realizó «Soles negros», una película que aborda la ola de violencia generada por la represión política en México. Durante el proceso de filmación, Elie y su equipo recorrieron diversos estados del país, encontrándose con comunidades afectadas por la violencia y el despojo de recursos naturales.

En sus viajes, Elie se topó con la desolación provocada por la actividad minera en lugares como Veracruz y Guerrero. La imagen de pueblos abandonados contrastaba con la presencia imponente de grandes empresas extranjeras explotando los recursos locales. Estas experiencias sembraron en Elie una profunda inquietud sobre las diversas formas de despojo de tierras en México.

«Hace cinco años hice una película llamada «Soles negros», que habla de la ola de violencia de la represión política de los años sesenta hasta los inicios de esos días, y entonces esos meses de grabación fuimos a visitar muchos estados del país, y conocimos a muchos campesinos que sufren de una violencia tremenda, por la apropiación de los recursos, en Veracruz, Guerrero», recordó.

«La Guardia Blanca» surge como resultado de dos años de investigación y meses de grabación en diferentes regiones del país. La película narra tres historias entrelazadas por el tema del despojo: una familia en Chihuahua afectada por la tala indiscriminada, una comunidad en Zacatecas amenazada por la actividad minera, y otra en Oaxaca luchando por la preservación del agua.

Para Elie, lo importante no era centrarse en casos específicos, sino en el fenómeno más amplio de la devastación causada por la explotación desmedida de los recursos naturales. En su obra, el territorio se convierte en el protagonista principal, víctima de los intereses económicos que lo depredan.

«Lo que me portaba contar es que estas tres historias tienen los mismos mecanismos de despojo, los mismos mecanismos para dividir una comunidad, para matar, entonces la película no se enfoca en los casos específicos, porque no me importaba, no es la lucha de este pueblo, no era lo que importaba porque hay tantos ejemplos. Yo quería hacer una película que tratara el fenómeno de la devastación. El protagonista principal es el territorio, porque es la víctima principal», añadió.

El proceso de realización de la película estuvo lleno de desafíos, desde establecer la confianza con las comunidades afectadas hasta enfrentar los riesgos de filmar en zonas controladas por el crimen organizado. Sin embargo, el compromiso de Elie con su trabajo y con las historias que quería contar lo llevó a superar cada obstáculo.

«Son películas donde hay muchos retos, primero para establecer la confianza con la gente, además de que soy canadiense, las comunidades que sufren de despojo, te dicen pero por qué un canadiense, pero es eso, es mucho trabajo, mucho viaje, visitar a la gente, viajar, es un largo trabajo. La logística de una película de grabar esas zonas tan peligrosas, una logística muy importante porque es la única manera de lograr eso, una preparación fuerte».

La colaboración con Ernesto Pardo, director de fotografía de la película, fue fundamental para plasmar la visión de Elie en la pantalla. A pesar de las dificultades, la complicidad entre ambos facilitó el proceso creativo y permitió que la película cobrara vida.

«La Guardia Blanca» no pretende cambiar el mundo, según Elie. Su objetivo es compartir historias y generar reflexión en el espectador. Sin embargo, espera que su trabajo contribuya al cambio y la concientización sobre las problemáticas que aborda.

«No hago películas con la idea de cambiar el mundo, porque no soy un activista; mi trabajo es contar historias. No tengo nada más que compartir historias. Mi trabajo es compartir una visión de sentimientos, más que de convencer, pero sí espero que mi trabajo pueda sumar a lo de los activistas o periodistas, así lo veo más. Cuando empiezo un proyecto es porque sé que es una buena historia. Hacer documentales es establecer una mirada como cineasta».

Tras su presentación en la Gira de Documentales Ambulante, «La guardia blanca» continuará su recorrido por diversas comunidades donde se filmó, así como en salas de cine independientes en todo el país. Elie planea llevar su obra a los circuitos populares y culturales para ampliar su alcance y seguir generando impacto.

«Ahora estoy nervioso porque también la vamos a presentar en las comunidades donde se grabó y son momentos importantes, porque es muy importante que yo pueda regresar y a la comunidad presentar la película, donde puedan ver el trabajo que realizamos, el cómo lo hicimos y escuchar sus comentarios».

«La guardia blanca» expone la creación de grupos delictivos conocidos como ‘guardias blancas’, financiados por grandes empresas para sofocar protestas en defensa del territorio y recursos de comunidades indígenas. A través de las experiencias de figuras como Don Roberto de la Rosa, activista contra la mina de Salaverna en Zacatecas, y Julián Carrillo Martínez, asesinado por oponerse al desplazamiento de la comunidad tarahumara en Chihuahua en 2018, el documental revela la brutalidad de estas prácticas.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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