Fotografía: Laura Santos


Triana Zepeda, fundadora de Transeúntas, ha dedicado su trabajo a analizar la ciudad desde una perspectiva crítica. Para ella, Querétaro se ha transformado en un espacio donde las calles se vacían y la comunidad desaparece, en gran parte debido a un modelo urbano que privilegia el aislamiento y el consumo.

«Tengo una idea de que en Querétaro cortan árboles para que no den sombra y nadie camine por las calles», señala, poniendo en análisis la desconexión entre el diseño urbano y las necesidades reales de sus habitantes.

Desde su perspectiva, Querétaro ha adoptado un modelo de desarrollo que privilegia fraccionamientos amurallados y calles desiertas, desconectando a sus habitantes de su entorno y entre ellos.

«Las ciudades capitalistas nos quitan lo comunitario», afirma, destacando cómo el diseño urbano actual está destruyendo el tejido social que solía caracterizar a los barrios. La falta de espacios públicos habitables, la escasa infraestructura peatonal y el énfasis en la movilidad vehicular son, para Triana, síntomas de una ciudad que ya no piensa en sus ciudadanos.

Aunque su trabajo en Transeúntas nació como una respuesta a la inseguridad y el acoso que muchas mujeres enfrentan en la ciudad, la crítica de Triana va más allá de la cuestión de género. A través de caminatas en barrios como La Era o Ejido Modelo, ha comprobado cómo la falta de mantenimiento, la poca iluminación y la ausencia de vida en las calles hacen que Querétaro se sienta cada vez más inseguro para todas y todos, no solo para las mujeres.

«Los espacios suelen ser violentos porque no están habitados por personas», explica, resaltando la importancia de un diseño urbano que fomente la interacción y la presencia en el espacio público.

Para Triana, la solución incluye replantear la ciudad desde una perspectiva inclusiva y comunitaria. «Un espacio seguro para una mujer puede serlo para todas las demás personas, cada una con sus particularidades, pero de forma amplia podría decirse eso», menciona, subrayando que un diseño urbano más habitable y humano beneficiaría a toda la población.

Sin embargo, la tendencia hacia un modelo de ciudad consumista y desconectada sigue predominando, alejando a Querétaro de lo que debería ser: un lugar donde las personas puedan vivir, caminar y encontrarse en las calles.

El crecimiento de fraccionamientos y vías rápidas es un ejemplo claro de este fenómeno en la Zona Metropolitana. Estas expansiones, impulsadas por la inversión empresarial y el aumento de inmigrantes que llegan a habitar la región, están diseñadas de manera que, en lugar de fomentar la convivencia, fragmentan la comunidad y dificultan la interacción entre sus habitantes.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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