
Fotografía: David Álvarez
La sociedad cooperativa Pan Q Ayuda se encuentra en la etapa de preparación para su temporada alta, que inicia con la producción de pan de muerto. Este año, el equipo ha establecido un objetivo de 20 mil piezas.
“¿Por qué 20 mil piezas? Porque el año pasado vendimos 15 mil y como cualquier negocio necesitamos incrementar la venta, que nos sirve para apalancar el año”, explica Yolanda García, fundadora de la cooperativa. Este aumento en la producción es esencial para asegurar ingresos que permitan enfrentar los meses más difíciles en el sector de la pastelería.
Para alcanzar esta meta, el equipo de Pan Q Ayuda está buscando la colaboración de voluntarios. “Buscamos a las personas que quieran hacer voluntariado con nosotros, en un horario de lunes a viernes de 8 a 5 de la tarde. Pueden escoger el día y la hora, eso sí, pedimos 4 horas para lograr que su participación voluntaria sea de provecho”.
Esta invitación está dirigida a hombres y mujeres mayores de edad, sin necesidad de contar con experiencia previa. “Nuestros chefs los van a guiar. Prometemos que van a pasar un rato amable sabiendo que nos prestan su capacidad de ver, caminar y moverse para hacer Pan Q Ayuda”, agregó.
El objetivo del equipo es contar con al menos 10 voluntarios por día. Para facilitar la organización, han creado una liga de registro que permite a las personas inscribirse para ayudar.
“Si tienes ese tiempo donde te gustaría ayudar a alguien, apoyar esta causa, eres bienvenido”, destacan. Esta colaboración es crucial, ya que “una hora de trabajo de una persona sin discapacidad significan 8 horas de trabajo para una persona con discapacidad. De ese tamaño es la ayuda que los voluntarios prestan a Pan Q Ayuda”.
La labor de la cooperativa no solo se centra en la producción de alimentos, sino que también busca generar empleo y dignidad para personas con discapacidad, abuelitos y mamás cabeza de familia.
Con cada pieza de pan de muerto producida, se fortalece el compromiso de Pan Q Ayuda hacia la inclusión y el trabajo comunitario. La solicitud de voluntarios no solo es un llamado a la acción, sino también una invitación a participar en un proyecto que impacta positivamente en la vida de muchas personas.
A medida que se acerca la temporada, el apoyo de la comunidad se vuelve fundamental para alcanzar el objetivo de las 20 mil piezas de pan y garantizar la sostenibilidad de la cooperativa y las personas que en ella trabajan.