Texto: Mariana Sánchez Verde
Fotografía: Mariana Sánchez Verde
El Xantolo, también conocido como la fiesta de las ánimas, es un ritual celebrado en los distintos estados que conforman la región Huasteca. Durante esta tradición, se honra a los difuntos mediante danzas y ofrendas. La festividad comienza el 29 de septiembre con la celebración de San Miguel Arcángel y concluye el 30 de noviembre con las festividades dedicadas a San Andrés.
Para las danzas, los participantes suelen vestirse con trajes típicos y máscaras elaboradas por ellos mismos. Dentro de las cuadrillas destacan personajes representativos como la Muerte, el Diablo, la Calavera y el Vaquero, quienes guían al resto de los bailarines al ritmo de música en vivo, principalmente huapangos de la región.
La máscara es uno de los símbolos esenciales en este ritual, ya que permite a las personas ocultar su rostro. Al tratarse de un culto donde se burla de la muerte, es necesario cubrir la identidad para evitar ser reconocidos y participar en las comparsas con total libertad. Además, es común el cambio de género entre los participantes.
El municipio de Ezequiel Montes, en Querétaro, se ha convertido en un lugar clave para la presentación de diversas comparsas. Los días 9 y 10 de noviembre se llevó a cabo el tradicional Xantolo, con la participación de danzantes provenientes de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo.
Antes de iniciar su ritual, los danzantes, con sus majestuosos vestuarios, ingresan como primer acto a la Parroquia de la Divina Providencia para recibir la bendición del párroco y pedir permiso a Dios para continuar con su culto.
Entre las comparsas participantes destacaron el Grupo de Danza Folklórica Macehuani, del municipio de Colón; La Tradicional 70 y Más, originaria de la Huasteca Potosina; y la Cuadrilla Herencia Cultural Horacio Camargo, del estado de Hidalgo. Como cada año, estas agrupaciones ofrecieron sus danzas al público que acudió a presenciar el Xantolo.