Foto: Yahvéh Flores


En Querétaro, representantes de organizaciones ambientales hicieron un llamado público a los presidentes municipales para exigir la publicación y registro de los Ordenamientos Ecológicos Municipales, al advertir que la falta de este instrumento facilita la aprobación constante de cambios de uso de suelo en zonas de valor ambiental.

Diana Laura Juárez, Manolo Ávalos, Federico Orozco y América Vizcaíno dirigieron un comunicado a los alcaldes, en el que cuestionan las prácticas municipales relacionadas con el desarrollo urbano y las decisiones sobre el territorio. A través del documento señalaron que los cambios de uso de suelo municipales son modificaciones realizadas a los instrumentos de planeación urbana, y que los municipios los aprueban tanto en las actualizaciones de sus Planes de Desarrollo Urbano como en las sesiones ordinarias de Cabildo.

De acuerdo con el documento, al actualizar el Plan de Desarrollo, los municipios tienen la facultad de modificar los usos y destinos de suelo en todo su territorio. Con ello, pueden reducir o eliminar superficies clasificadas como áreas verdes o de protección ecológica y darles un uso urbano. Una vez aprobados estos cambios en el Plan de Desarrollo, comienzan a llegar las solicitudes para permisos de construcción.

Las organizaciones señalaron que con cada nueva administración municipal se repite este proceso: se toma el plan existente, se actualiza, y se vuelven a modificar los usos de suelo. Sin embargo, denunciaron que no existe una planeación ni una prevención de riesgos que tomen en cuenta el impacto ambiental, y que tampoco hay una política clara para ordenar el territorio.

“El dinamismo de Querétaro es pujante, pero ¿qué determina ese dinamismo?”, cuestionaron los firmantes, al poner en duda si el crecimiento urbano depende de los cambios de uso de suelo o de las actualizaciones al Plan de Desarrollo.

Ante esta situación, las organizaciones exigieron que los municipios respeten de manera absoluta el Ordenamiento Ecológico Estatal, instrumento que establece las zonas de conservación, y señalaron que existe una corresponsabilidad entre los diferentes niveles de gobierno.

Además, solicitaron a los presidentes municipales que instruyan a los titulares de sus Secretarías de Desarrollo Urbano y Ecología para que registren el Ordenamiento Ecológico Municipal en el Registro Público de la Propiedad. Indicaron que, de no hacerlo, los municipios estarían en condiciones de autorizar cambios de uso de suelo en cualquier parte del territorio, incluidas las zonas de valor ambiental.

«Señores presidentes municipales, les exigimos que si no lo han hecho, publiquen su Ordenamiento Ecológico», expresaron en el documento.

En el comunicado también plantearon una serie de preguntas dirigidas a los alcaldes: ¿Cómo se encuentra el ordenamiento ecológico de su municipio? ¿Ya está publicado y registrado? ¿Por qué no se ha registrado en caso de no estarlo?

Señalaron que el Ordenamiento Ecológico es un instrumento superior, tanto técnica como jurídicamente, a los planes de desarrollo y a los cambios de uso de suelo que aprueban los cabildos municipales, por lo que cualquier actualización al Plan de Desarrollo debería realizarse tomando en cuenta este ordenamiento.

Además, cuestionaron si la falta de registro del Ordenamiento Ecológico es una estrategia deliberada para continuar aprobando cambios de uso de suelo, sin considerar la vocación ambiental de los terrenos.

En el comunicado también preguntaron específicamente qué municipios de Querétaro tienen registrado su Ordenamiento Ecológico en el Registro Público de la Propiedad, y cuáles no lo han hecho, así como las razones para no haberlo registrado.

«Creemos que los municipios más voraces serían aquellos que no tengan su Ordenamiento Ecológico registrado, porque están cediendo terrenos de valor ambiental al desarrollo», expusieron.

Las organizaciones también señalaron que otra vía por la cual se cambian los usos y destinos del suelo es mediante las autorizaciones otorgadas en las sesiones de Cabildo. En estas sesiones, explicaron, se aprueban cambios de uso de suelo solicitados por los promoventes, caso por caso, proyecto por proyecto y terreno por terreno.

Expusieron que estos cambios se realizan a lo largo de los tres años de cada administración municipal, por lo que al concluir cada periodo de gobierno, la cantidad de hectáreas aprobadas para desarrollo urbano puede ser considerable. Indicaron que estos cambios, sumados a las actualizaciones de los planes de desarrollo, consolidan un crecimiento urbano desordenado que se expande administración tras administración.

«El resultado es la consolidación de masas urbanas amorfas y disfuncionales que, administración tras administración, crecen como un cáncer sin control», señalaron en el comunicado.

Por ello, insistieron en la importancia de los decretos de Áreas Naturales Protegidas y de los Ordenamientos Ecológicos Estatal y Municipales, como herramientas para preservar las zonas de valor ambiental. Subrayaron que cada día estas áreas se encuentran bajo presión por las decisiones tomadas en los cabildos municipales, que autorizan cambios de uso de suelo.

Finalmente, reiteraron su llamado a los presidentes municipales para que transparenten la situación actual de sus Ordenamientos Ecológicos y para que respeten los instrumentos de protección ambiental vigentes en el estado.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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