Fotografía: Laura Santos
La activista Aleida Quintana señaló la preocupación e incertidumbre que genera en la ciudadanía el silencio de las autoridades estatales respecto a los casos de violencia vividos en Querétaro durante el lunes 28 de noviembre, así como los impactos psicoemocionales a nivel social que esto pueda acarrear.
«Independientemente del objetivo, los impactos psicosociales de la población, de la vida de las personas, niños, niñas, jóvenes, mujeres. Es una situación que veíamos hace años en el norte del país y vemos que esta franja de la violencia derivada del conflicto con la delincuencia organizada se recorre a estados del centro y sur del país».
Señaló los impactos en la vida diaria de las personas que viven cerca de donde ocurrieron estos hechos, señalando que habrá una reconfiguración de la vida pública en los movimientos y traslados sociales, donde añadió que han habido situaciones como intentos de levantones contra mujeres jóvenes, que se veían como hechos aislados y tienen mayor resonancia actualmente.
«Es importante ver todo en conjunto y no solamente verlo como hechos aislados, sino como un continuum de violencia que vive la población en general, y que marca la vida de mujeres, niñas y niños en el estado. Además me preocupa que este silencio de las autoridades genere incertidumbre en la población, que no se sepa qué pasa y qué acciones se van a llevar a cabo».
Añadió que estos actos tienen la característica de ser planeados, que se dieron en muy pocas horas y en distintos puntos de la ciudad, principalmente en las afueras, asuntos que, para Quintana, le genera preocupación en el entendido de que las autoridades no accionen por priorizar la imagen pública del estado hacia el exterior.
«Me preocupa que nos vean como un tema de imagen pública hacia el exterior, y que no se midan los impactos sociales», dijo, señalando que «¿cómo es posible que no haya detenidos?, y que hayan existido hechos donde se movilizaron en una ciudad paralizada por obras; eso te habla de los mecanismos que tienen para implementar estrategias de ataque y eso da una perspectiva ciudadana, no solo del poder de estos grupos delictivos, sino del actuar de las autoridades».
Finalmente, mencionó que es imposible no comparar estos casos con el inicio de la violencia en Guanajuato o los estados del norte, donde hay un alza en ataques públicos, desapariciones, donde impere la inseguridad y esta crezca de manera paulatina.
«Pienso en la complejidad del contexto que se nos viene para Querétaro y en la forma en que vamos a llevar a cabo nuestra labor como activistas, como periodistas y funcionarios; también pienso en los policías, pues muchos mensajes iban destinados a funcionarios y eran mensajes de amenaza».
