Fotografía: Laura Santos


Asociaciones de ciclistas integradas en la Coalición QM21 consideran urgente la instalación de una ciclovía emergente en el tramo que está siendo intervenido en la obra de avenida 5 de Febrero, pues cada vez más personas transitan la vialidad en vehículos no motorizados.

De acuerdo con Claudio Sarmiento, arquitecto, urbanista, docente y consultor especialista en movilidad urbana sostenible, y vocero de la Coalición QM21, aunque las autoridades de los tres órdenes de gobierno han manifestado voluntad de escucha, esta no termina por implicar acciones concretas.

“Hemos estado trabajando con la Secretaría de Obras Públicas y la de Seguridad para ver la factibilidad de la ciclovía. En muchos casos dicen que no cabe, que ven conflictos con intersecciones, pero nosotros vemos puros beneficios; justo la seguridad se debe de garantizar desde el día cero en una obra como 5 de Febrero y no esperar hasta que se inaugure o que pase un desafortunado siniestro o fallecimiento”.

Las organizaciones integrantes de la Coalición se reunieron la semana pasada con autoridades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), para tratar los temas relacionados con la atención urgente de la violencia vial que los ciclistas viven en los tramos federales en el estado, como los ubicados en la carretera 57 hacia San Juan del Río y en la zona del Libramiento Surponiente y del Anillo Vial Fray Junípero Serra.

“No solo nos parece inaceptable que estén falleciendo personas que hacen uso de la bicicleta por necesidad, sino que se esté replicando el mismo modelo de hacer carreteras de alta velocidad sin considerar a estas personas”.

Las dependencias estatales y municipales aún no alinean su normativa a lo estipulado en la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial, por lo que los funcionarios tendrían que anticipar los cambios que la normativa implicaría.

“Si bien todavía no se ha armonizado a nivel municipal y estatal, a nivel federal sí, ya es una disposición”.

Sarmiento recordó la importancia de la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, puesto que, por ejemplo, en el caso de una persona que el año pasado falleció en consecuencia de un accidente en su bicicleta, por haber caído en una alcantarilla, ninguna de las autoridades se hacía responsable de a quién le correspondía mantener la infraestructura en buenas condiciones.

Respecto a las más recientes manifestaciones que ciclistas han llevado a cabo en la capital queretana, el urbanista consideró que son la consecuencia de la inacción por parte de las autoridades, puesto que el paradigma de movilidad continúa privilegiando a los automóviles particulares, por encima de la vida de quienes eligen moverse de otros modos, o que simplemente lo hace por necesidad.

“El mensaje es que no se ve claro el valor que le están poniendo a la vida de la gente que se necesita mover, que el enfoque está en la velocidad, el tránsito, los tiempos, las desviaciones y las incomodidades”.

Aunque reconoció la disposición de escucha por parte de las autoridades, Sarmiento señaló que las vías institucionales para atender los problemas de movilidad en el estado se terminan por agotar y al no ver soluciones, sino más bien un aumento en la violencia vial, generan cansancio y frustración.

“Son un síntoma de agotamiento tras utilizar otros canales, más pacíficos, más formales y tranquilos para llamar la atención a las autoridades sobre esto”.

Hasta tres personas ciclistas han fallecido en Querétaro como resultado de la violencia vial y la falta de infraestructura para el transporte no motorizado. En el Centro Histórico de la capital abundan las estaciones de bicicletas públicas, hay una ciclovía con protección de concreto, aunque al lado del carril de alta velocidad, y aún así ahí hay ciclistas atropellados, heridos e incluso fallecidos.

No obstante, lejos del centro de la ciudad también se rueda: a las zonas industriales ubicadas al norte de la capital la gente llega a su trabajo en bicicleta y su vida depende, en mayor parte, solo de la destreza como conductores del tradicional medio de transporte obrero.

Los tiempos de los trayectos que cruzan la obra de 5 de Febrero se pueden reducir hasta en un 65% si se va en bicicleta y no en automóvil en una mañana cualquiera de esta ciudad, aún a pesar de que no hay suficientes cruces peatonales y que los automovilistas no obedecen las indicaciones de los bandereros.

Ana Karina Vázquez
akarina.vb@gmail.com
Periodista de la generación del fin del mundo. Hija de la crisis y de la incertidumbre. Tengo muchas pasiones.

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