Fotografía: David Álvarez
El Consejo Autónomo de Santiago Mexquititlán, junto con miembros de la Red en Defensa del Agua y la Vida (REDAVI), alzaron la voz en rechazo a los actos represivos que se han desencadenado en el proceso de desalojo de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes,» que ha estado ocupada durante tres años por la comunidad otomí residente en la Ciudad de México.
En una declaración conjunta, expresaron su respaldo a las justas demandas de la comunidad otomí, que incluyen: un diálogo sin condiciones entre Martí Batres y la comunidad otomí; la expropiación de terrenos y la construcción de viviendas, acuerdos previamente pactados y no cumplidos por el estado, y el cese total del hostigamiento, la represión, la violencia y la violación de los derechos humanos.
Este conflicto surge a raíz del intento de desalojo de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes,» ubicada en las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en la avenida México-Coyoacán 343, colonia Xoco. La comunidad otomí ha denunciado que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México han causado lesiones a varias personas en el proceso.
El desalojo, llevado a cabo la noche del domingo 15 de octubre, involucró a más de mil uniformados de la policía capitalina, quienes llevaron a cabo un operativo desde Avenida Cuauhtémoc y Eje 8. Esta acción tuvo como objetivo reprimir a la comunidad otomí, que ha ocupado el lugar durante tres años en demanda de una vivienda digna y justa.
En un comunicado dirigido a los pueblos y gobiernos de México y del mundo, así como a los organismos de derechos humanos y a los medios de comunicación, la comunidad otomí destacó que un numeroso contingente de granaderos del gobierno de la Ciudad de México intentó desalojar con violencia a la Comunidad Indígena Otomí residente en la Ciudad de México de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes.»
La ocupación de este espacio se ha mantenido durante tres años, en búsqueda de vivienda y el reconocimiento de derechos básicos. A pesar de ello, la comunidad otomí alega que el gobierno ha guardado un preocupante silencio frente a sus demandas, lo que ha agudizado la tensión y desencadenado la crisis actual.
La situación en torno al desalojo de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes» ha suscitado una creciente preocupación en la Ciudad de México y el país y ha puesto de manifiesto la importancia de abordar las cuestiones relacionadas con los derechos de las comunidades indígenas en el país.
