Fotografía: Laura Santos


«Si vamos a hablar del reglamento y de su utilidad para proteger a los peatones, hablemos primero de los que más les vulneran: quienes conducen vehículos automotores», precisó María del Mar Covarrubias de la organización ciclista Pedaleanda, quien añadió que de no hacerse así, se daría a entender que hay una oposición a cierto tipo de movilidad y no a una oposición real por la seguridad vial.

Esto luego de que la regidora por Morena, Fabiola Larrondo Montes, dio a conocer que se encuentran en la elaboración de una reforma al reglamento de movilidad en Querétaro para crear un registro de bicicletas, a fin de colocar placas de circulación o códigos QR, donde destacó que este tipo de acciones beneficiarían la movilidad segura de las y los peatones.

Y es que, para Mar Covarrubias la búsqueda de un reglamento de tránsito debe focalizarse en atender la problemática principal, donde señaló que de acuerdo con el INEGI, los mexicanos fallecieron en mayor porcentaje por colisión con otro vehículo automotor, con el 22.3%. Después el 19% por colisión con peaton (atropellamiento); el 15.8% por colisión con motocicleta; el 14% por colisión con objeto fijo, entre otros datos, cuyo factor común es el vehículo.

«Si se busca un reglamento de tránsito justo y en línea con la Nueva Ley de Movilidad se debería redactar y aplicar en esta dirección desde quienes más capacidad y posibilidad tienen de causar daño y muertes: los vehículos automotores. Si no lo hacemos así, si amenazamos con multas y penalizaciones a ciclistas, estaremos castigando la movilidad activa y con esto no se logrará nada por mejorar la seguridad vial».

Asimismo, detalló que respecto al registro o empadronamiento de bicicletas y vehículos de movilidad urbana puede ser útil para el tema de robo de bicicletas o para atender siniestros viales e identificar de manera más eficiente al dueño del vehículo, pero únicamente para estos casos, pues mencionó que si el registro se hace para otra acción desincentivaría el uso de la bicicleta o de otras formas de transporte.

Además, sostuvo que en el tema de las ciclovías del Centro Histórico, a las que aludió la funcionaria pública, hay imprecisiones sobre su declaración, pues Fabiola Larrondo afirmó que las ciclovías no son vías rápidas, lo cual ya está establecido en el reglamento actual, donde se determina una velocidad máxima. También comentó que las ciclovías de esta zona “no son exclusivas para los ciclistas”, que «son vías para preservar y conscientizar del uso de estos vehículos».

«Esto no es preciso ya que en el mismo Reglamento se establece la
Jerarquía de la Movilidad y ahí se enuncia que las ciclovías son para uso de ciclistas y vehículos de movilidad urbana. También en el actual reglamento se establece la jerarquía de movilidad, en la cual se aclara la prioridad de peatones sobre ciclistas, esto no se discute. El uso de la vía se debe hacer siempre priorizando a personas con discapacidad y peatones».

Sobre la ciclovía de Ezequiel Montes, si bien tiene sus cuestionamientos, Mar Covarrubias refirió que si se quiere abordar el tema de seguridad peatonal en serio, habría que hablar de vialidades como avenida Zaragoza, donde se presentan mayores atropellamientos y accidentes en general ante la falta de una infraestructura adecuada que garantice, realmente, dicha seguridad peatonal.

«A esta vialidad le urge una estrategia e intervención clara en beneficio de peatones, ciclistas y usuarios del transporte público. Una vía donde se debe aplicar el reglamento de tránsito para regular exceso de velocidad, priorizar paso a peatones e impedir obstrucción de pasos peatonales».

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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