Fotografía: César Gómez
La comunidad de San Isidro el Alto, ubicada en la delegación Santa Rosa Jáuregui del municipio de Querétaro, permanece sin agua desde hace dos semanas. A pesar de que presentaron un reporte vía telefónica, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) recién reconoció la falta del servicio; más de doscientas familias no pueden mantener sus actividades diarias debido a la situación que se ha tornado crítica.
Los vecinos señalan que el corte del servicio es frecuente, pero esta ocasión ha sido cuando más tiempo ha pasado sin restablecerse. Además, refirieron que las comunidades aledañas en la delegación Santa Rosa Jáuregui como La Tinaja, La Purísima, El Patol y Tránsito, presentan el mismo problema, pero han sido apoyados con el envío de pipas para subsanar la carencia de manera temporal por parte de la CEA.
Las personas habitantes de la comunidad manifestaron que a pesar de que desde los primeros días llamaron a la dependencia para hacer el reporte, no fue sino hasta el pasado 22 de enero que les asignaron el número 3559097.
“La información que nos dan en la CEA es que hay una falla en la bomba y que por eso no se ha podido restablecer el servicio, pero nosotros tenemos la duda de si es real o no, porque la comunidad vecina que se llama La Tinaja de la Estancia sí tiene agua y ahí está la bomba (…) queremos que nos digan la verdad y cuándo nos van a solucionar el problema, porque los cobros sí están”, refirieron.
Debido a lo inaccesible y complicado que es el traslado desde la comunidad hacia otros puntos de la delegación es que las personas de la comunidad no habían podido acudir a hacer el reporte de manera presencial, puesto que un servicio de taxi por aplicación puede llegar a costar hasta 300 pesos, mientras que en transporte público hay que esperar por horas y gastar alrededor de cien pesos.
“Batallamos mucho por el transporte, hay quienes hasta tienen que pagar Uber porque hay horas en que no llega el camión, también tenemos ese problema aquí. Ahí se elevan los costos, hay que pagar el transporte para ir a trabajar y además pagar agua”.
Luego de acudir de manera presencial a presentar el reporte de la falta de agua a la delegación, los vecinos informaron que los funcionarios de la CEA aseguraron que la falta del suministro se debe a una pieza dañada que no está disponible, por lo que no hay una fecha estimada para que el acceso al agua que constituye un elemento necesario para garantizar el derecho a la vida, se garantice.
En principio, cuando presentaron la primera queja por la falta de agua, quien los atendió les aseguró que el servicio se restablecería en un día, sin embargo, esto no ha sido así y los habitantes de la comunidad ya no cuentan con ninguna reserva del líquido para continuar con sus actividades; incluso, los vecinos han utilizado agua del pozo que se ubica en San Isidro, sin embargo, ésta no ha sido procesada para consumo humano.
El pozo se ubica dentro de la comunidad y el agua que contiene está siendo acarreada por largas distancias y con muchas dificultades, puesto que los habitantes tienen animales a los que darles de beber como chivos, conejos, perros y gatos, además de que pasan días sin que puedan procurar su aseo personal y el de sus viviendas.
“La mayoría aquí en la comunidad tiene animalitos, ya sea que tienen sus chivitas, sus vacas, borregas, caballos, por lo mismo que aquí se siembra, la gente acostumbra tener sus caballos para poder sembrar y todo”, detallaron.
Fue recién durante el martes que la CEA envió las primeras dos pipas de agua para paliar la carencia del servicio, sin embargo, esta se ha racionado a solo uno o dos tambos por casa y debido a que en algunos terrenos habitan hasta cuatro familias de al menos tres personas cada una, esto ha sido insuficiente, además de que el contenido de las pipas no ha alcanzado para abastecer a toda la comunidad.
Ante la situación, ha habido personas que han contratado el servicio de pipas de agua de manera privada, a través de cooperaciones, sin embargo, debido a lo que se ha prolongado la carencia del servicio, el adquirir pipas, llenar tinacos y comprar agua embotellada o de garrafón para bañarse y cocinar ya está afectando la economía de las personas. El costo por pipa de agua se ubica en mil 600 pesos, el llenado de un tinaco de 750 litros en 300 pesos.
“Yo, por ejemplo no tengo en qué almacenar el agua, rescaté un tambo todo aceitado que fue donde me dieron mi agua, ahora vamos a tener que comprar un tinaco para tener en qué guardar, porque el que tengo instalado es de 750, es muy chiquito y apenas me dura tres días ahorita tratando de ahorrar y no bajarle. La pipa ni siquiera nos alcanzó a llenar porque ya no traía suficiente agua”, lamentó Ana María Baylón.
“Nosotros no llevamos a mi niño esta semana a la terapia, mi esposo dijo: o tinaco o terapia”, refirió Elizabeth Rico Hernández.
La escuela de la comunidad forma parte del programa de tiempo completo, por lo que ante la falta de agua y la imposibilidad de ofrecer el servicio de comedor para los menores que ahí asisten a clases, es posible que se suspendan las actividades.
Fabián Donjuan Rodríguez es una persona con discapacidad visual y ha tenido que acarrear agua desde el pozo hasta su domicilio, lo que implica caminar por cuadras por caminos sinuosos y con el apoyo de su hijo de nueve años, debido a que a su domicilio la pipa de agua no ha llegado.
“Yo soy ciego y tuve que acarrear garrafones, tuve que acarrear con mi hijo y tuvimos que cargar los garrafones, tengo dos bebés chiquitos y tuvimos que ir con el mayor y yo”, explicó.
Los vecinos exigieron a las autoridades que se atendieran sus reportes y se solucionara a la brevedad posible el restablecimiento del servicio, puesto que, además de las complicaciones y dificultades que implica el no contar con él, consideran que tanto su salud como su economía están viéndose afectadas.
