Fotografía: Yahvéh Flores


Hay evidencias de que el consumo de la marihuana sucede desde hace milenios, sin embargo, no fue sino hasta la década de los setenta, que la academia ha comenzado a estudiar de manera científica sus propiedades y aún son más las incógnitas que las certezas, por lo que la regulación y no la prohibición, sería un elemento indispensable para garantizar a los consumidores el contenido de las plantas. 

La prohibición y la falta de regulación en la venta de las plantas que son consumidas propicia la modificación y el aumento en el contenido de la principal sustancia psicoactiva: el tetrahidrocannabinol (THC), por lo que, de acuerdo con el investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sarael Alcauter Solórzano, la regulación debería ir en otro sentido. 

“Básicamente han venido manipulando las cepas de marihuana para para aumentar la concentración de THC y favorecer los efectos psicoactivos (…) pues al ser prohibición, pues no se sabe con exactitud realmente a qué es a lo que tiene acceso la gente”. 

No fue sino hasta la década de 1930 que comenzaron las prohibiciones expresas tanto de la planta de marihuana como de otras sustancias. Desde entonces, el negocio del narcotráfico y los efectos de violencia que su presencia involucran no han hecho más que aumentar. El mercado explotó los efectos y los potenció, como sus ganancias.

Desde 2018, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) recibe solicitudes para uso medicinal, personal y lúdico de cannabis, lo que Alcauter Solórzano considera positivo, puesto que “una de las ventajas de esos permisos a consumir, es que ya se podría controlar mejor qué es lo que se consume”.

La experiencia llegó antes que la ciencia

La sabiduría popular aprendió mucho antes sus usos terapéuticos, e incluso, antes de la prohibición tras las primeras incursiones norteamericanas en territorio latinoamericano, el consumo en los hogares era algo habitual para atender dolores y padecimientos: “los abuelos, bisabuelos estaban más en contacto con los remedios utilizando marihuana”. 

El rezago en la investigación de los efectos y potenciales de una planta que ha sido usada por la humanidad desde hace miles de años queda evidenciado con el tardío descubrimiento de su principal componente psicoactivo. 

“Incluso hasta varias décadas atrás, no sabíamos en realidad por qué se producían estos efectos, no sabíamos los detalles de por qué ocurrían estos efectos en nuestro cerebro o en nuestros pensamientos, depende del efecto que quieras ver. Fue hasta 1974 que se aisló el principal componente psicoactivo de la marihuana”.

Sarael Alcauter Solórzano ha estudiado los efectos del consumo de la marihuana en personas de distintas edades. llevó a cabo una investigación en la que se convocó a 35 personas consumidoras de la planta, para analizar determinada región de su cerebro. De acuerdo con el investigador, la zona que se estudió es la región en donde se ubican “los cables que permiten la comunicación entre distintas regiones del cerebro”.

Aunque aún continúa analizando los resultados del estudio, con la información que ha logrado recabar, se ha podido dar cuenta de que la denominada sustancia blanca, en esta zona del cerebro, está ligeramente disminuida, en comparación con los no consumidores. Este efecto sucede también con el envejecimiento, a lo largo de la vida de todas las personas, sin embargo, podría inferirse que el consumo acelera este deterioro. 

“Pero, la verdad, debemos ser abiertos a pensar que podía hacer que esas características estuvieran aún sin consumir, no lo sabemos porque la adquisición se hace en una sola toma. La forma adecuada de saber esto, sobre esta causalidad o una asociación más temporal, más detallada sería hacer estudios longitudinales”. 

El investigador refirió que es complicado llevar a cabo estudios longitudinales, es decir, a lo largo del tiempo; a pesar de esto, en otros países, como Estados Unidos, ya se hacen, pues se sigue la vida de las personas incluso antes de que comiencen a consumir la sustancia. 

“Hay muchos usos potenciales terapéuticos de la planta y sus derivados, pero se debe hacer investigación clínica seria”. 

De las pocas certezas: sí tiene efectos nocivos ante el consumo a temprana edad

Entre las pocas certezas con las que se cuenta sobre la marihuana y sus efectos en el cuerpo, más allá de los psicoactivos del consumo, sí se ha demostrado que su consumo durante la adolescencia es perjudicial para el modelamiento de partes importantes del cerebro, puesto que son las encargadas del procesamiento emocional y de la memoria. 

“Los adolescentes que empiezan de manera temprana a consumir cannabis, pueden tener afectaciones en memoria, procesamiento emocional y atención que parecen perdurar por más tiempo, incluso parecen ser más severos los efectos que tiene esto, comparado con el alcohol o el tabaco a estas edades”. 

Ana Karina Vázquez
akarina.vb@gmail.com
Periodista de la generación del fin del mundo. Hija de la crisis y de la incertidumbre. Tengo muchas pasiones.

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