Fotografía: David Álvarez
Los centros culturales barriales surgieron a mediados de la década de los ochenta con el propósito explícito de profundizar la descentralización de la oferta cultural y el acceso a los bienes y servicios culturales. Espacios de habitabilidad donde se autoinstituyen formas de identificación y reconocimiento comunitario.
40 años después, estos espacios se siguen construyendo cada vez con mayor fuerza ante el crecimiento poblacional y la necesidad de acercar las propuestas artísticas a zonas cada vez más alejadas de los centros citadinos, como ocurre en la capital queretana.
De hecho, si bien se cuentan con espacios públicos administrados por la Secretaría de Cultura municipal, llamadas casas de cultura, estos se vuelven insuficientes, por lo que la apuesta a proyectos desde lo alternativo surgen, como aquellos que adquieren su identidad con la zona en donde se gestan.
Tal es el caso de Casa Barrio, un sitio ubicado en la colonia Satélite, originado hace casi dos años, con la participación de Édgar Serrano, El Gallito, y Leo Rea, quienes administran este espacio desde 2021, enfocado a diversas dinámicas artísticas relacionadas al arte urbano, la cultura cannábica, conciertos, difusión, entre otras actividades.
«Nos propusimos hacer nuevas casas de la cultura con temas que le competen a los morros y no la guitarra, el ballet, el taekwondo, que es lo que trabajan tradicionalmente y nuestra propuesta era, más que una casa, talleres, sobre serigrafía, tatuaje, barbería, otros nuevos oficios, no los normales», refirió El Gallito, también encargado de la parte legal de Casa Barrio.
Ambos integrantes conformaron parte de los últimos comicios por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Édgar candidato a diputado local por el tercer distrito, luego de trabajar en la delegación Félix Osores Sotomayor en el municipio de Querétaro, con propuestas vinculadas hacia las juventudes de la zona. Casa Barrio originalmente fue su casa de campaña que decidieron mantener con posterioridad.
Luego de dicho proceso, en el cual no se alcanzarían los votos para ganar, continuaron con la idea original de promover los derechos culturales de las juventudes locales, organizándose para darle una identidad al sitio que más tarde denominarían como Casa Barrio: «no necesitamos de políticos, no necesitamos de instituciones y lo estamos logrando», señaló El Gallito.
En ese sentido, añadió que pretenden que el sitio sea autosustentable, es decir, que genere sus propios recursos económicos para seguirlo manteniendo a flote, además de señalar que buscan que Casa Barrio sea un emblema queretano como otros sitios en el país, tipo el Circo Volador en la Ciudad de México, representativo en ese ámbito.
«Queremos que esto se quede en beneficio de la gente y que sea en muchos años un emblema como hablar de espacios míticos. Aquí está abierto el espacio para cualquier color, sabor, tamaño… con que no sea ilegal todo es bienvenido, cualquier forma de manifestación y expresión, todo se vale aquí».
Casa Barrio cuenta actualmente con un espacio de tatuaje dirigido por Leo Rea llamado «Positink», la barra de preparados de bebidas y pulques, y en su momento se contó con un estudio de grabación por el artista musical Kedice, con espacios aún abiertos para ocupar y trabajar en este sitio.
«Ahorita tenemos el estudio de tatuaje y la barra de preparados y pulques. Arriba hay un proyecto pero no hemos definido cuál meteremos. Nos queda un spot y pensamos en meter algún barbero u otro tatuador, y estamos viendo quién viene a este espacio», declaró Leo Rea.
Asimismo, como parte de su trabajo jurídico tienen siete expedientes, dos sentencias a favor ganadas por Casa Barrio y cinco juicios aún en proceso, un tema que pretenden ampliar para dar asesorías jurídicas gratuitas hacia la ciudadanía, con la intención a futuro de fungir como asociación civil.
Hasta el momento han llevado a cabo algunos eventos de freestyle, talleres vinculados al tema de género, además de conciertos, baile, cursos de mandala, cuentos tibetanos y la promoción y difusión de artistas de la escena local, de distintos géneros musicales, además de participar en eventos de graffiti.
Casa Barrio es un espacio cultural desde Satélite que al igual que otros similares pone en juego un nuevo tropismo y un nuevo tipo de reflexión, el cual busca contribuir en el diseño de un paisaje nuevo de lo visible, de lo decible y de lo factible, es decir, de proponer otras relaciones barriales alternas y donde decenas de jóvenes de la zona puedan encontrar un hogar en el cual situarse y expresarse.
