Imagina que enciendes una televisión vieja. Ésta aún posee profundidad por su funcionamiento de rayos catódicos que se estrellan con la pantalla, que no es plana, sino oblicua. Sin embargo, está en el canal 3, que carece de uso comercial. Así que solo pixeles blancos y negros que, arrastrados por el azar, dan brincos de oscuridad y luz.

Ruido blanco

“El ruido blanco es aquel que se presenta de manera aleatoria en los datos de la medición hechos por algún dispositivo”, me cuenta el doctor Luis Miguel Contreras, que como parte de sus investigaciones estudia el efecto de ondas acústicas en plantas.  Para nuestro ejemplo inicial, pensemos que el dispositivo que menciona Luis es un televisor que emite sonido e imagen del ruido blanco debido a la carencia de señales fuertes que se impongan sobre el ruido, como pasaría en cualquier canal concesionado. 

Luego, el ruido blanco es una suerte de lienzo en el que se depositan otras señales fuertes, pero que siempre está presente. Se vuelve cotidiano y pasa desapercibido. 

Come back

Lo que entiendo de la obra de la artista visual Mónica Espinosa, es la imperativa necesidad de poner atención al plano de fondo donde se encuentra la cotidianidad; porque indagar en ello es hacer “menos mundo” para que las potencias poéticas emerjan. Para ella, ahí se encuentra el motor del mundo y lo representa en Come back, obra que se encuentra en sus últimos días de exhibición en el Museo de la Ciudad, en el centro de Querétaro. 

Come back es ponerle atención a lo que está detrás… [es la] vista de algo muy cotidiano pero lo que me interesa es lo que pasa detrás de esa vista, que en este caso es el sonido”, relata Mónica.

Ella trabaja con el efecto Foley que es la recreación o generación de sonido para representar lo que sucede en pantalla, que en su caso y en sus palabras son “escenas muy cotidianas donde no pasa nada y todo es muy insignificante”. Es en donde la artista ha encontrado que emerge la potencia poética en la que genera un arropamiento sonoro con Foley con su propio cuerpo en un vídeo performance, brindando una suerte de abrazo a lo cotidiano. 

Ruido blanco, pantalla negra

“Menos mundo” en el que algunas personas acuden para relajarse, lograr concentración e incluso, dormir plácidamente. Para escribir este texto me sumergí en el ruido blanco con pantalla negra, en un vídeo que dura diez horas en YouTube y que tiene 199 millones de visualizaciones desde que fue publicado, hace 5 años. 

Christopher Cedillo
c.cedilloc@gmail.com
Docente, investigador y divulgador, miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia. Trabajo con plantitas en el laboratorio, tratando de descubrir algunos de sus secretos.

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