Fotografía: Laura Santos


El registro de malabaristas más antiguo data del año 2 040 antes de Cristo y fue encontrado en la tumba del líder egipcio Ben Hassani. Con el pasar de los años, específicamente durante la era moderna, las artes circenses constituyen una práctica común, que tiene diversas funciones pedagógicas, de entrenamiento físico, recreativas y otras como trabajo.

Acrobacias, clown, malabarismo, caminar en la cuerda, danza aérea, elasticidad, manejo de monociclo, pulsadas, pantomina, entre otras, son disciplinas asociadas al circo. El circo es una actividad que tiene como objetivo divertir, hacer reír y maravillar al público a través de actos practicados por hombres, mujeres, niños y niñas con ciertas habilidades corporales.

Su creación pretendía modificar la cotidianidad para distraer a la población del tedio, que en Grecia, por ejemplo, encuentra cánticos de nombre verso yámbico que los poetas utilizaban para satirizar los usos y costumbres de sus comunidades. También en Roma se encuentran registros de los ludi circenses, que celebraban a los dioses, buscando agradarles.

En todo caso, el circo entraña la fiesta como parte de su esencia misma, con prácticas que van desde la seriedad, la sobreidad y la exacerbada denotación de las habilidades físicas extraordinarias, la expansión de una variedad de especialidades artísticas, hasta el regocijo cómico y satírico de la crítica a una sociedad que puede retratar situaciones de naturalidad descarnada que permiten la reflexión de una realidad en un momento determinado.

La cultura urbana es más reciente. Las ciudades modernas, como se conocen ahora, iniciaron a finales del siglo XVIII y encontraron su punto álgido en París, con el Barón Haussmann a mediados del siglo XIX. Lo urbano se refiere a lo que es de la ciudad o está relacionado con ella. Podemos inferir que cultura urbana es aquella cultura que engloba expresiones de determinados grupos que surgen en las ciudades.

El graffiti, sténciles, pósteres, esculturas, música, baile, y formas significativas de cultura, como el Hip hop tienen su arraigo directo en los márgenes de estas ciudades. También se le llama arte urbano, arte urbano o street art y ejemplos más específicos como el break dance tiene un incremento actual, cada vez más reconocido.

Vórtice Escuela de Artes Circenses es un proyecto encabezado por Daniela y Bboy Tlakua que desde 2015 inició con la colaboración de diversos artistas en un ejercicio multidisciplinario, que incluye a la cultura urbana, entre otras prácticas artísticas y corporales que le fueron dando su propia identidad, hasta ubicarse en la calle Resplandor #119, en la colonia Nuevo Horizonte, al norte de la ciudad. A algunos metros de avenida Pie de la Cuesta.

«Este proyecto nace hace varios años, por ahí de 2015 como un colectivo multidisciplinario, no específicamente de arte circense, pero muy cargado hacia el circo. En un principio era un colectivo porque nos dedicábamos a producir y crear espectáculos multidisciplinarios aunque sin una dirección», cuenta Daniela, quien practica y ofrece talleres de danza aérea con aro y tela.

El proyecto tuvo algunas complicaciones por lo que duró pausado un tiempo para regresar luego del Gran Confinamiento durante 2020, con la pandemia de Covid-19. Daniela, junto a Bboy Tlakua, quie da los talleres de break dance, reabrieron el concepto ahora en un sitio amplio, fungiendo ambos como directores del mismo, donde además de talleres también ofrecen espectáculos y foros.

«Aquí tenemos talleres de danza contemporánea, de break dance, es un espacio que está muy inspirado por la cultura urbana. Acrobacia, malabares, defensa personal y se suman talleres nuevos de piso, que es jazz, ballet y hip hop. Nosotros los talleres los impartimos de lunes a domingo. Descansamos los viernes. Son abiertos al público y son talleres regulares».

La escena local de estas artes está compuesta de, precisamente, artistas que buscan generar comunidad y espacios de encuentro que permita crecer el ejercicio circense en Querétaro. Para Daniela, esta comunidad está emergente, donde no duda del talento que existe, a sabiendas de que hace falta una labor de visibilidad mayor.

«En Querétaro crece mucho la comunidad circense. De hecho, escuelas y academias de danza aérea hay muchas. En la zona hay cuatro academias más, eso en docencia y talleres. En el ámbito circense en producción o escena crece mucho, más personas se aventuran a armar compañía, un espectáculo, show, colectivo de circos, un foro, la intención es funcionar como foro, no solo para nuestra compañía, sino para otras».

El arte circense y urbano, son dos campos distintos que convergen en un mismo sitio, que en la actualidad enfrenta a una realidad que abre paso a la convivencia de diversas manifestaciones artísticas, plásticas y digitales, lo que la ha llevado a plantear una propuesta que adquiera una naturaleza multidisciplinar.

Vórtice Escuela de Artes Circenses es un sitio donde las diversas disciplinas comparten la naturaleza del escenario, el trabajo colaborativo y lo espectatorial, donde las artes circenses y urbanas son artes vivientes, que se encuentran en diálogo constante, donde personas como Daniela y Bboy Tlakua buscan abrir puentes en el que cualquier persona pueda participar y redescubrirse.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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