Fotografía: Laura Santos


En algún rincón de Carrillo Puerto, surgen las vibraciones de Brown Izcalli, un proyecto musical que se enraíza en la cuna del punk y se eleva con un mensaje político-social atravesado por la identidad indígena. El dúo, compuesto por El Hormiga y El Caballo, no solo aborda el rap como género musical, sino como una plataforma para el resurgimiento cultural y personal.

La génesis de Brown Izcalli se remonta a unos 16 o 17 años atrás, una época donde las etiquetas no definían su camino. El Hormiga y El Caballo, inspirados por el rap, el punk y movimientos culturales, decidieron convertir sus inquietudes y experiencias en música y letras.

«Creamos música por las influencias que tenemos de antaño, de escuchar algo de rap, que fueron los inicios o el fundamento de este proyecto. Llegó el momento que de tanto que nos gustaba improvisábamos en eventos, cotorreos, en las banqueteras y de ahí surge la idea, todo respecto a lo que se hacía con los movimientos del graffiti, el skate, las luchas sociales y los temas de intercambio cultural», explica El Caballo.

Originarios de Carrillo, absorbieron las influencias del hardcore, punk y bandas como Masacre 68. El Hormiga, con sus primeros pasos influenciados por Cypress Hill, Public Enemy y NWA, fusionó estas raíces con un toque más mexicano. El Caballo, asimismo, vio la oportunidad de expresar sus vivencias a través de la música y la palabra, a trabés del Hip hop.

La elección del nombre refleja la diversidad y resiliencia. Izcalli, que significa «resurgimiento» en náhuatl, se mezcla con «Brown», conectando con el rap mexicano y aportando un matiz identitario. La inclusión de frases en inglés y español, así como fragmentos de lenguajes originarios, refuerza la idea de rescatar raíces sin soltarlas.

«La palabra «Izcalli» significa resurgimiento y «Brown» porque, al hablar al inglés, tenía la influencia y la facilidad. Siempre he dicho que si hablara francés lo metería también, porque la lengua es un ente vivo. Brown Izcalli lo interpretamos como el «Resurgimiento Café», que lleva un contexto, no de rescatar, pero a nivel personal jalamos con todas las raíces, por la necesidad de una identidad propia», añade El Hormiga.

A medida que maduraban, la identidad de Brown Izcalli se cristalizaba: un proyecto político-social con un fuerte contexto indígena. Temas como «Tiempos de Rebelión» fueron el punto de partida, grabados inicialmente con la simple idea de reproducirlos en un cassette, una idea que persiste hasta hoy, aunque en otro formato.

Brown Izcalli se alejó de las etiquetas convencionales y rechazó ofertas de disqueras para mantener su música como una expresión genuina. Su enfoque está en la diversión y la autenticidad, sin comprometer su mensaje y valores.

«No lo hacemos de lleno, de llevarlo y estar en la cima. Generar con una disquera, que teníamos oportunidad con varias y lo rechazamos, y no por alzarnos el cuello, sino simplemente por el hecho de que nos iban a demandar, exigir ciertas cosas, firmar un contrato, entonces sobre ese contexto decidimos que no, que lo hacíamos porque nos gusta en nuestros ratos libres, por diversión, más que nada», indica El Caballo.

Aunque enfrentaron fricciones en sus inicios, hoy observan una mayor unidad en la escena musical local. Su música ha trascendido las típicas fiestas para llegar a eventos culturales, ferias y exposiciones, demostrando que la música puede ser un puente para la comprensión y el cambio.

«Fue una madurez, porque muchas letras al principio, pues tenemos mucha influencia del barrio, entonces fue el tema de madurar y perfilarnos a lo que queríamos, porque sabíamos y no sabíamos lo que queríamos. Lo que sí teníamos bien claro era que el proyecto sería político-social con este contexto indígena, esto fue claro desde el principio», menciona El Hormiga

Actualmente, Brown Izcalli se sumerge en la producción de un nuevo disco, «Resurgiendo», con alrededor de 15 pistas que encapsulan su crecimiento personal y su compromiso con la música como medio de expresión. . Con la mirada puesta en el futuro, el dúo sigue abriéndose camino, explorando nuevas formas de contribuir a la escena musical y a la comunidad en general.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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