Fotografía: César Gómez


Pan Q Ayuda no es simplemente una panadería, es un lugar donde la inclusión y la solidaridad toman forma. Bajo la dirección de Ana Yolanda López Domínguez y junto a los ocho trabajadores que conforman esta cooperativa, han convertido la elaboración de roscas de Reyes en algo más que una tradición culinaria.

«Soy Ana Yolanda López Domínguez, directora de Pan Q Ayuda, una cooperativa que genera empleo para personas con discapacidad, abuelitos y mamás cabeza de familia. Fabricamos y vendemos pasteles, galletas, postres, bocadillos, canapés, Pan de Muerto y, por supuesto, rosca de Reyes».

La historia de este proyecto comenzó con Ana Yolanda en 2007 como asociación civil, convirtiéndose en cooperativa en 2012. Desde entonces, han pasado más de diez años de aprendizaje, escucha activa a sus clientes y desarrollo constante a través de la panadería y repostería.

Este 5 de enero, en el cierre de la celebración navideña con el Día de Reyes, el proyecto se destaca especialmente en la elaboración de roscas. Hace seis años, recibieron capacitación del Instituto Culinario de Querétaro (INCUQ), lo que les permitió adentrarse en la confección de estas delicias y afrontar desafíos particulares en el proceso.

«La rosca de Reyes lo empezamos hace seis años, cuando las personas comenzaron a pedirla, y gracias al INCUQ, que a través de su chef nos vino a capacitar para hacer roscas. Empezamos a hacerlo, y al cabo de los años lo hemos ido perfeccionando. No es nada fácil hacerla, porque hablamos de hacerlas desde la parálisis cerebral, desde la ceguera, la sordera».

La rosca de Pan Q Ayuda respeta la tradición, elaborada con jugo y cáscara de naranja natural, recién horneada y sin conservadores. «Nuestra rosca nació de lo tradicional, a como se hacía la rosca antes. Eso es muy importante para nosotros porque nos permite ofrecer un producto de calidad, que compite con cualquier rosca de Reyes que nos pongan enfrente, orgullosamente de Querétaro para el mundo».

«No queremos que nos compren porque somos discapacitados, sino porque ofrecemos un producto de calidad», enfatiza Ana Yolanda.

Lo que comenzó con una meta modesta de 20 roscas hace seis años ha crecido hasta proyectar la venta de 450 roscas este 2024. A pesar de las dificultades, el equipo está agradecido por la fidelidad de los clientes y se esfuerza por dar a conocer el trabajo de Pan Q Ayuda más allá de la temporada de roscas.

«Y todavía nos siguen pidiendo, entonces tenemos que ser eficientes en nuestra producción para lograr que ninguna persona se quede sin su rosca. Ha sido un logro para nosotros. Estamos muy conmovidos y agradecidos porque los clientes nos han seguido estos años, y que compran y recomiendan. Ahora el reto real es que se conozca el trabajo de Pan Q Ayuda para que las personas no piensen sólo en la rosca, sino en todo lo demás que hacemos para mantener los salarios durante todo el año».

«No nos interesa lo que no pueden hacer, sino desarrollar sus capacidades»

En la colonia San Pablo, al norte de la capital queretana, se encuentra la panadería Pan Q Ayuda. Ana Yolanda lidera una iniciativa que genera empleo para personas con alguna situación de vulnerabilidad, cuya esencia radica en su compromiso con la inclusión y el desarrollo humano.

«Las personas que llegan generalmente llegan muy lastimadas, muy discriminadas, por tanto lo que reciben cuando van a solicitar empleo, es de ya sabemos lo que no pueden hacer, y Pan Q Ayuda, aparte de capacitarlos en un oficio, los acompaña para que se den cuenta de lo que sí pueden hacer. A nosotros no nos interesa lo que no pueden hacer, eso ya lo sabemos, nos interesa desarrollar sus capacidades desiguales».

Antes de la pandemia, la cooperativa generaba empleo para 20 personas con diversas discapacidades. A pesar de los desafíos del último año y medio, actualmente cuentan con ocho colaboradores y están trabajando arduamente para recuperar y expandir su proyecto social.

Además de la producción y venta de sus productos, Pan Q Ayuda se involucra en diversas actividades, desde el voluntariado hasta asesoramientos sobre derechos humanos e inclusión.

Sin embargo, el impacto de Pan Q Ayuda va más allá de la venta de sus productos. Ana Yolanda destaca la satisfacción de ver a las personas con discapacidad sentirse dueñas de sus vidas al recibir su pago. La cooperativa no solo ofrece un producto de calidad, sino que también busca cambiar vidas, generar empleo y promover la dignidad a través del trabajo.

«Lo que más me gusta es cuando le veo la cara a las personas al recibir su pago, de las personas con discapacidad. No hay nada más hermoso que ver a un ser humano sentirse dueño de su vida, dueño capaz de tomar sus propias decisiones, y eso lo da un trabajo digno bien renumerado y responsable, porque no hay cosa que genere más paz que saber que tienes un techo sobre tu cabeza y qué comer para el día de mañana».

Ubicados en Calle Real 274, colonia San Pablo, Pan Q Ayuda invita a la comunidad a conocer su historia y a apoyar su noble causa a través de la compra, el voluntariado o la participación en sus actividades. «Nos pueden encontrar en redes sociales, Instagram y Facebook, como Pan Q Ayuda, para que vean lo que hemos hecho», concluye Ana Yolanda.

David Álvarez
davidalv1990@gmail.com
Sociólogo, periodista y gestor cultural. Dirige Proyecto Saltapatrás.

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